77 transexuales guardan esperma y óvulos en Cruces para poder tener hijos
Osakidetza ha sido pionera a la hora de poner en marcha desde 2018 un programa para preservar la fertilidad de este colectivo
El hospital de Cruces fue pionero en incluir un servicio que, a día de hoy, se realiza aún en un número reducido de centros públicos ... del país: ofrece preservar su fertilidad a las personas transexuales. Desde la incorporación de esta prestación a la cartera de Osakidetza en 2018 han sido 77 pacientes, la inmensa mayoría de ellos vascos, los que han optado por conservar su material genético reproductivo para en el futuro poder tener descendencia.
Se trata de una opción por la que cada vez se decantan más 'trans' antes de iniciar la terapia hormonal para cambiar su sexo, explica el doctor Roberto Matorras, jefe de la Unidad de Reproducción Humana del centro baracaldés y presidente del congreso de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) que estos días se celebra en Bilbao. En esencia, el proceso, prosigue Matorras, consiste en congelar los óvulos y el esperma antes de que comience el tratamiento y haga perder la función a los órganos reproductivos de estos pacientes.
María Iglesias es la facultativa responsable del programa de preservación de la fertilidad 'trans'. Trabaja codo con codo con la unidad de Identidad de Género del mismo hospital. Cuando el paciente es atendido por este equipo integrado por endocrinos, psicólogos y cirujanos uno de los primeros aspectos que se le plantea es si puede querer tener hijos biológicos en el futuro. Un número importante responde afirmativamente. «Sobre un 30% de los transexuales tienen intención de tener descendencia», explica Iglesias. Y es algo que tienen claro desde muy jóvenes.
La edad media del paciente que decide conservar sus gametos es de «19 años». En parte es tan baja porque, aunque hay personas de mediana edad que inician el proceso de reasignación de género, la mayoría son adultos jóvenes o incluso menores de edad. Precisamente es este último grupo etario el que ha registrado un incremento significativo de usuarios que acuden a este programa en los últimos dos años. En este periodo «ha aumentado un 20% el perfil del paciente adolescente», detalla Iglesias. Son chicos y chicas de entre 13 y 16 años que han llegado a la pubertad y tienen claro que el sexo de su cuerpo no se corresponde con el de su persona e identidad. Este proceso de conservación de la fertilidad no se puede llevar a cabo antes porque es preciso que los órganos reproductivos de los interesados hayan alcanzado su madurez para poder obtener de ellos los óvulos o el semen necesario.
La edad media de las personas que recurren a este servicio es de 19 años y cada vez atienden a más pacientes adolescentes
A la espera del primer niño
Los pocos años de vida de este programa y de sus participantes hace que a día de hoy no haya nacido aún ningún bebé del material genético aportado estas personas. La doctora Iglesias estima que pasarán «10 o 15 años» hasta que los propietarios lo reclamen para completar sus familias. Es algo lógico. Son aún jóvenes -una parte importante aún adolescentes- y «muchos de ellos ni siquiera tienen pareja» cuando inician el tratamiento. En Euskadi la mayoría de las madres tienen sus hijos entre los 30 y los 34 años, según el Eustat. En las familias con un miembro transexual no tiene por qué ser diferente.
Uno de los beneficios de realizar el proceso de preservación de la fertilidad en un servicio público de salud como es el de Osakidetza es el ahorro que supone para los interesados. Este proceso en la privada para un chico 'trans' podría rondar los 4.000 euros entre el coste de la estimulación ovárica, la extracción y la congelación del material genético, a lo que habría que sumar la cuota anual para su conservación en las instalaciones de la clínica a la que se haya acudido. Con las chicas el proceso es más económico al obtenerse los gametos gracias a una muestra de semen.
Precisamente son las mujeres 'trans' las que muestran un mayor interés por tener descendencia. De las 77 personas a las que Cruces guarda sus células sexuales, el 58,5% son féminas.
Osakidetza y Mutualia compartirán historias clínicas de pacientes
Osakidetza y Mutualia han firmado un convenio de colaboración para facilitar que el personal facultativo de las dos organizaciones sanitarias pueda acceder de forma directa a los expedientes e historias clínicas de las personas que reciben su asistencia. Esto les permitirá conocer sus antecedentes, tratamientos que pueda estar recibiendo, analíticas p pruebas diagnósticas. La iniciativa está dirigida a las 421.959 mil personas trabajadoras de Euskadi cuya salud y seguridad laboral están cubiertas por Mutualia.
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