Solo uno de cada tres médicos y enfermeras de Osakidetza se vacuna contra la gripe
El presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao impulsa una campaña personal para mejorar la cobertura entrelos profesionales
El personal sanitario no se vacuna. El número de médicos y enfermeras que decide protegerse contra la gripe crece año a año, pero haciendo bueno ... aquello de 'en casa del herrero, cuchillo de palo', sigue siendo el colectivo de riesgo que menos se protege contra el virus. A falta de datos definitivos, Osakidetza estima que para esta temporada se habrán inmunizado unos 5.000 profesionales, un 5% aproximadamente más que en la campaña anterior. El resultado, aunque parezca un éxito, resulta pobre si se tiene en cuenta que el Servicio Vasco de Salud cuenta con 6.300 facultativos y 8.500 enfermeras. Es decir, solo uno de cada tres se ha puesto la dosis.
El éxito de una campaña de vacunación se mide, entre otros parámetros, por el número porcentual de población protegida frente a la enfermedad en cuestión. No importa que unos pocos se queden sin vacunarse si la inmensamayoría lo está porque ese pequeño grupo se beneficia de lo que se llama inmunidad de grupo. Cuanta más gente protegida, menos posibilidades tiene el virus de pasar alegremente de una persona a otra. En la presentación de la campaña de vacunación, el consejero de Salud, Jon Darpón, se lamentó en este sentido de que dos de cada diez vascos pertenecientes a grupos de riesgo (mayores de 65 años, enfermos crónicos y personal sanitario) opten por no pincharse. «Vacunarse –advirtió– es un acto de responsabilidad que debemos hacer todos los años, y la principal medida de prevención individual y comunitaria para hacer frente a la gripe».
Dejarse de «idioteces»
«Esto es como si el cura de un pueblo se fuese a un club de citas. ¡Qué credibilidad va a tener!», se lamenta el presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, el especialista Ricardo Franco, del hospital de Basurto, que ha iniciado una campaña personal para concienciar a sus compañeros de profesión de la necesidad de vacunarse contra la gripe. El experto, profesor de su especialidad en la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU está convencido de que «el personal sanitario no puede andarse con idioteces», porque la vacunación constituye una «medida de salud pública de primer orden».
Las claves
-
4.793 médicos y enfermeros de Osakidetza se habían vacunado al 14 de diciembre, apenas el 30%.
-
A favor «En el resto del mundo, no contratan a nadie sin que antes demuestre que ha recibido sus vacunas»
-
En contra «Muchos sanitarios no se protegen porque creen que lo único que se busca es que no cojan la baja laboral»
A su entender, los profesionales del sector deberían estar obligados a inmunizarse del mismo modo que deben lavarse las manos antes de entrar al quirófano, al estar en contacto con enfermos o al ponerse una bata y una mascarilla cuando se entra a una habitación con gérmenes. Dos razones lo justifican, según su criterio. En caso de una epidemia virulenta, los servicios sanitarios, por un lado, necesitan que sus profesionales estén en las mejores condiciones de salud posible para hacer frente a la situación. «Si el personal no vacunado enferma, ¿quién atiende a la población?». La falta de protección entre el colectivo, por otra parte, sólo sirve para alentar el discurso de los colectivos antivacunas. «'Si ni siquiera médicos y enfermeras se vacunan por algo será', dirán y quizás tengan razón».
Ricardo Franco considera que, en línea con lo que se hace en la sanidad pública y privada de los servicios de salud de los países más avanzados, Osakidetza debería obligar a sus profesionales a estar vacunados contra la gripe y las enfermedades del calendario vacunal,«salvo que existan razones objetivas de salud que lo impidan». «Mi hijo, médico, ha sido contratado por un hospital de París. Cuando llegó le dieron una lista de vacunas para que se las pusiera y le dijeron:'Cuando traiga usted el certificado de que se las ha puesto, puede pasar por Personal a firmar su contrato'. Así es como tiene que ser», subraya tajante. «La norma educa –argumenta– y la ley antitabaco es prueba de ello».
Juan Carlos de la Cruz, 51 años, es miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Enfermería de Bizkaia, ha trabajado en un servicio clínico y ahora está en el equipo sanitario de una empresa privada. No comparte el criterio de Ricardo Franco. «Se que todo esto se hace por no contagiar a los demás, pero yo tengo dudas de que eso funcione así. Si sé que no estoy contagiado, no transmitiré el virus a nadie», explica el sanitario que, pese a su razonamiento, se vacunó el mismo día de entrevistarse con EL CORREO. «Yo soy quien pone las vacunas donde trabajo; y ocurre que muchas veces lo voy dejando para que llegue para todo el personal y, al final, me quedo yo sin protegerme».
'Quemados' por el trabajo
Que él no se vacune no influye de modo alguno para que sus compañeros tampoco lo hagan, según considera. «La gente que habitualmente se vacuna es fiel a la vacunación», argumenta. «Saben que les va bien y ellos mismos te la piden. Los que no suelen vacunarse por lo general tienen sus razones para hacerlo y difícilmente vas a convencerles de lo contrario».
La vacuna de la gripe no figura entre las más eficaces, pero su protección se aproxima al 80%. ¿Por qué entonces los sanitarios no se vacunan? Franco y De la Cruz coinciden en su respuesta. «'Plantilla que envejece se emputece'», concluye rotundo el médico de Basurto, que afirma que, «a pesar de que damos una imagen idílica de ser los mejores del mundo, hay muchísimos profesionales más quemados que la pipa de un indio, muchos de ellos porque, pese a su dilatada experiencia, aún tienen contratos laborales». El enfermero le da la razón. «Es desconfianza, a veces parece que lo único que buscan es que no cojas la baja».
Los de la Rioja alavesa y Emergencias, los que menos se protegen
Un informe por comarcas sanitarias fechado a 7 de diciembre revela que los profesionales de Osakidetza que menos les gusta vacunarse son los de la la comarca sanitaria (OSI)de la Rioja alavesa, donde la cobertura vacunal solo alcanza al 5,75%de la población diana. La UTEque atiende el servicio de Emergencias rompe toda marca. Sólo se habían protegido para esa fecha el 0,74%, dos de las 272 personas en plantilla. Por debajo del 15% figuran la Dirección General de Osakidetza (14,51%); las redes de Salud Mental de Bizkaia (14,93%) y Gipuzkoa (15,15%), los trabajadores del Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos (14,77%) y el hospital de Gorliz (13,77%). El mejor ejemplo lo da la OSI de Tolosa (82,61%). La media en la red ese día era del 17,16% del llamado servicio de prevención (sanitarios) y del 29,49% en el total de la plantilla, cuatro puntos y medio por encima de la media de 2017.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión