«Esta sexta ola se caracteriza por la indefensión y el enfado»

- ¿Cómo estamos afrontando mentalmente esta sexta ola?

- Sabíamos cuál podía ser la situación tras un primer periodo de confinamiento, con problemas de depresión, ansiedad, alteraciones del sueño e incluso estrés postraumático. Todo esto era previsible. Pero llevamos dos años y esta última ola ha vuelto a traer el miedo.

- ¿En qué se traduce?

- Nos encontramos en una situación de indefensión, no de incertidumbre, esa ya la hemos vivido en otras olas. Ahora hay una sensación de resignación, de que 'haga lo que haga' da lo mismo, me ponga mascarilla o vacuna, soy dócil, cumplo las normas, y aún así estoy corriendo el riesgo de enfermar. Veremos con el tiempo cuadros de estados de ánimo depresivos relacionados con esta sensación.

- ¿Es una vuelta a empezar?

- Totalmente, parece que estamos de nuevo en la casilla de salida, como en el juego de la oca. Pensábamos que todo el esfuerzo había merecido la pena, que estaba superado el virus, y ahora estamos en una situación de desánimo.

- ¿Y eso cómo se asume?

- Con resignación, no queda otra. Aunque también habrá respuestas de ira, de enfado, de oposición. Quizá en un tiempo lo contemos como una anécdota pero los cambios de planes están generando tristeza, recelo entre miembros de las familias porque unos no se han querido juntar con los no vacunados.

- Está además el sentimiento de culpa.

- Sin duda, en las personas que han sido transmisoras del virus. Veo mucha gente que carga con la culpabilidad, y les digo, el virus está por ahí y nadie es culpable. No podemos vivir con miedo, sí con prudencia. El temor nos impide hacer una vida normalizada. Siguiendo unas normas lógicas, que todos conocemos, se puede tirar hacia adelante. Aún así, hemos superado muchos miedos de olas anteriores donde hemos llegado a ver al otro como el enemigo.

- En la calle se oye: 'nos vamos a volver todos raros'.

- Van surgiendo manías propias de una situación diferente. Vemos en consulta personas que todavía no quieren entrar en una tienda o son incapaces de sentarse en un banco público. También pacientes que tenían un trastorno obsesivo compulsivo de forma latente y que ha aflorado. El más frecuente es el del exceso de higiene. Tengo bastantes casos de personas con dermatitis por exceso de limpieza.

- ¿Cómo ha afectado a las relaciones?

- Se han creado temores importantes entre personas que viven solas, solteros o gente joven. Veo personas que han perdido el interés por los otros porque temen un contagio. A las personas que tienen relaciones familiares estables les ha afectado pero han adaptado su realidad de otra manera. Este virus nos ha hecho un roto importante. Va pasando el tiempo y afecta a todos, y en ese todos, en cualquier ámbito de nuestra vida.

- ¿Qué tipo de patologías atiende?

- Sin duda, los casos más frecuentes son los trastornos de ansiedad y depresión. Entre las mujeres se dan más casos de anorexia y en ambos sexos trastornos alimentarios relacionados con atracones. Vemos problemas emocionales relacionados con el covid, personas que han superado la enfermedad que han quedado tocadas de por vida ante el sufrimiento que han padecido.

- Trabaja en el sector público y atiende por privado, ¿hay diferencias en cuanto a las patologías?

- No, hay diferencias en cuanto a los tiempos. Las consultas privadas tienen la ventaja de la inmediatez de la cita. En el servicio público hacemos muchos esfuerzos para llegar, pero la realidad es que hay muy pocos recursos destinados a salud mental y no llegamos a todos.

- ¿El covid ha tapado otros problemas de salud mental como ha pasado con consultas de atención primaria?

- No, se atiende todo. Hay muchos casos de consecuencias de confinamientos o que han aflorado o empeorado enfermedades, pero se atiende a todo. En general, además, de forma presencial, salvo en momentos muy puntuales.

- ¿Cuidamos nuestra mente como sabemos que tenemos que cuidar nuestro físico?

- Deberíamos tener una mayor higiene mental. Mantener rutinas que nos ayuden a nuestro equilibrio mental. Estar activo no es solo hacer gimnasia, hay que incluir el aspecto intelectual para frenar el deterioro cognitivo.

- Con el inicio del año, ¿es bueno marcarse objetivos?

- Creo que este año lo necesitamos más que nunca. Es un tópico, pero generan ilusión e impulsan a seguir adelante. Luego se cumplirán o no, pero ayuda esa lista de cosas que me gustaría hacer.

- Casos como el de Verónica Forqué, ¿tienen repercusión en su consulta?

- La semana posterior a su muerte fue muy dura porque tuve muchas llamadas de pacientes preocupados de si a ellos les podía pasar lo mismo. Que te vean, como le veían a ella en la tele, y de repente tome esa decisión. Todos los días se suicida gente y muchas más lo intentan, pero cuando lo hace una persona de relevancia pública repercute. No creo que tenga un efecto llamada pero sí alerta, y le puede pasar a cualquiera. Hay que hablar del suicidio, pero hay que hacerlo bien, desde la prevención.