Santa Marina recibe a un «20%» más de pacientes tras convertirse en la referencia para el tratamiento de mayores en Bizkaia
Osakidetza invierte 2,3 millones de euros en modernizar el hospital para potenciar la atención que se presta en el centro
TERRY BASTERRA
Jueves, 13 de octubre 2022
A nivel sanitario la pandemia ha servido para muchas cosas. Una de ellas, reorganizar los flujos de atención a los mayores. El hospital de Santa Marina siempre ha sido un centro enfocado en el tratamiento de estos pacientes. Pero desde marzo del pasado año ha dado un paso más. Se ha convertido en el hospital de referencia sociosanitaria de Bizkaia. Esto se traduce en una mejor y más efectiva conexión con las residencias y con el resto de hospitales de agudos de Bizkaia, lo que redunda en la salud de estos pacientes.
Los servicios de Emergencias tienen ya interiorizado que los enfermos de pluripatológicos, con afecciones crónicas o que precisan de cuidados paliativos deben ser trasladados a Santa Marina. Esto hace que los pacientes lleguen antes al centro específico para tratar estas patologías sin verse obligados a pasar antes por otros equipamientos. Los efectos de este cambio ya se dejan ver, tanto en resultados sobre la salud como en cifras totales de pacientes. Entre enero y agosto de este año han ingresado a 6.000 pacientes, un 20% más que en el mismo periodo de 2021.
Este incremento de la actividad asistencial va acompañado de una serie de medidas. Por un lado el hospital permanece abierto en su totalidad desde la pandemia. Antes de la crisis sanitaria había unidades 'comodín' que solo se empleaban en momentos puntuales, como en la temporada de la gripe. Por otro se han llevado a cabo una serie de inversiones en mejora y ampliación de habitaciones, espacios y en equipos diagnósticos, como una tomografía axial computerizada, que evita el traslado de los pacientes que precisan de esta prueba a otros centros. En total Osakidetza ha invertido más de dos millones de euros en diferentes actuaciones que incluyen a su vez la ampliación del aparcamiento del centro.
Estas acciones son quizás las más visibles. Pero tan importantes o más son otras como la mejora de la coordinación del trabajo con los centros residenciales. Para ello, explica Ramón Herrería, director médico de Santa Marina, se ha creado un equipo específico que se pone en marcha cada vez que llega al hospital un paciente trasladado desde un geriátrico. «Se le realiza una valoración global a nivel clínico y social. Se analiza la situación de esta persona, si el ingreso le puede afectar a la movilidad, a su estado nutricional... En caso de que sea así activamos a los profesionales específicos para tratar también estas circunstancias, como pueden ser los fisioterapeutas, los nutricionistas», detalla Herrería.
La labor de los sanitarios de Santa Marina, muy especializados en el tratamiento de este perfil de paciente, está logrando mejorar también los resultados sanitarios. Han aumentado el número de altas de pacientes que ingresan por Urgencias y son atendidos en la unidad de corta estancia. Más del 65% son dados de alta antes de que se cumplan 72 horas. Son en su mayoría pacientes crónicos que llegan descompensados, ya sea, por ejemplo, por una insuficiencia cardiaca o una sepsis urinaria sin afección renal, a los que se estabiliza con un tratamiento precoz.
De los que vuelven a su domicilio antes de esos tres primeros días, apenas un 3% tiene que reingresar de nuevo por la misma patología. Y es que otra de las novedades que este centro ha puesto en marcha es realizar un seguimiento de los pacientes de residencias que han sido dados de alta. Los especialistas mantienen una comunicación periódica y reuniones por videoconferencia con 'zoom' con los servicios sociosanitarios de estos equipamientos para conocer la evolución de estos usuarios tras su alta y adaptar el tratamiento, en caso de que sea necesario, durante su recuperación.
El perfil del enfermo que ingresa en el área de hospitalización de Santa Marina es el de una persona de 85 años. La estancia media habitual es de 10 días, aunque aquí hay que tener en cuenta que este parámetro está algo distorsionado por la unidad de paliativos, con ingresos más prolongados. Santa Marina está dedicado a las enfermedades de las personas mayores, y en contra de la extendida creencia de que es un centro para acompañar durante los últimos días de la vida, el 70% de los pacientes que son ingresados se recuperan y son dados de alta.
Un aspecto que destacan desde la dirección de este hospital es que los pacientes que han estado en Santa Marina, cuando tienen que volver a un hospital al cabo de un tiempo, “piden a sus familiares que les vuelvan a traer aquí”, destaca Arantxa Picón, directora de Enfermería. Esto se debe en gran medida a que la atención que ofrecen es más cercana, más humana. Es un centro en el que ya, desde atravesar la puerta principal, se respira menos estrés que en otros equipamientos sanitarios. El ambiente y los espacios son más acogedores. Y los usuarios y sus familias lo agradecen. El lema del centro, como recuerda Itziar Larrea, es “no siempre podemos curar, pero siempre podemos cuidad”. Está muy interiorizado por sus profesionales.
Esa humanización y forma de trabajar es algo que también se traslada a la plantilla. De hecho, añade Picón, Santa Marina “es el centro con más demanda” entre las enfermeras que inician su especialización. “Somos un hospital que atrae a profesionales”, recalca. Y también de los que más ha multiplicado su plantilla en los últimos tiempos. Para hacer frente al aumento del volumen de actividad Santa Marina “casi ha duplicado su plantilla estructural” en los últimos años, apunta Itziar Larrea, gerente del centro. Ha pasado en este tiempo de contar con “350” trabajadores a sumar “650”.
