Una 'app' para saber si se acabará en la UCI

Para detectar a este enfermo de riesgo a las pocas horas de su ingreso en planta los especialistas del servicio de Anestesiología y Reanimación de Cruces han desarrollado una herramienta que facilita su identificación. Se trata de una aplicación informática en la que se introducen los criterios clínicos que van a influir en su evolución. Con la experiencia acumulada durante estos dos años de tratamiento de estos pacientes, los facultativos de esta unidad han concluido que hay quince indicadores claves. Algunos son más evidentes, como la edad, estar vacunado, si es obeso, tiene comorbilidades o inmunodepresión. Otras son de carácter más técnico y no se pueden obtener sin las analíticas habituales que se practican a un contagiado de covid cuando ingresa en un hospital. Entre ellas, la frecuencia respiratoria, la saturación de oxígeno o los niveles de plaquetas y linfocitos, que advierten de la existencia de una infección inflamatoria.

A cada uno de estos indicadores se le asigna una puntuación, en base a la que se establecen tres niveles de probabilidad de acabar en una UCI: bajo, moderado o alto. De esta manera, a las pocas horas de ser hospitalizado, los facultativos ya pueden tener un indicador sobre la probable evolución del enfermo. La puesta en marcha de esta 'app' es uno de los capítulos que se van a publicar en el próximo número de la 'Gaceta Médica de Bilbao', revista oficial de la Academia de Ciencias Médicas.

«Los pacientes covid son de riesgo porque algunos se complican muy rápido -explica Alberto Martínez, jefe del servicio de Anestesia y Reanimación de Cruces-. Para nosotros, además de nuestra intuición, es importante tener datos que identifiquen la posibilidad de que empeoren en un corto plazo de tiempo». Los especialistas de esta unidad y de otros servicios del centro tienen descargada esta aplicación en su teléfono para, como si de una calculadora se tratase, poder conocer de forma ágil el riesgo de una posible mala evolución de cada uno de sus pacientes.

Se trata de un modelo similar a los que existen en otros países y hospitales, pero adaptado a las características del paciente covid vasco. «Es una herramienta que nos permite distribuir recursos humanos y también camas, porque nos da idea de cuántos de los enfermos que tenemos en planta son potenciales ingresos en las unidades de críticos», detalla Martínez. También se ha facilitado a compañeros de las reanimaciones de otros hospitales de Osakidetza. A los centros más pequeños que carecen de UCI les es útil para saber de forma temprana cuáles de sus pacientes van a necesitar con mucha probabilidad ser trasladados a otro complejo médico dotado de unidades de cuidados intensivos. Facilita y agiliza la toma de estas decisiones.