La reorganización de la salud mental enfrenta a los profesionales con Osakidetza
Salud trabaja en una iniciativa para integrar las redes psiquiátricas dentro de las OSI, pilotadas por los hospitales de agudos
La reorganización de la salud mental en la que trabaja el Gobierno vasco ha generado un importante revuelo entre los profesionales de la psiquiatría en ... Euskadi. Y no tanto por el cambio que se le quiere dar a la estructura organizativa en la que se articula este tipo de asistencia -hay voces tanto a favor como en contra-, sino por las formas con las que está llevando a cabo el proceso el Departamento de Salud.
Según ha podido saber EL CORREO de diferentes fuentes acreditadas, el grupo de trabajo para la salud mental creado por la consejería no cuenta con ningún representante de la red de salud mental de Álava. A esto se suma que las dos portavoces invitadas de las redes de Bizkaia y Gipuzkoa han comunicado por escrito al coordinador de este equipo su decisión de no acudir a más reuniones. Lo hacen al considerar, entre otra serie de motivos, que no se tiene en cuenta la opinión de una parte de profesionales de Osakidetza (los de las estructuras territoriales psiquiátricas) en la reorganización, que las decisiones a adoptar no se apoyan en los datos internos de las organizaciones vascas o que no se levanta acta oficial de esas reuniones de trabajo.
¿Y qué es lo que quiere hacer el Gobierno vasco con la salud mental? Según ha podido saber este diario de cinco fuentes distintas, la consejería trabaja con la previsión de integrar las actuales redes de salud mental de Osakidetza dentro de las OSI. Algo similar a lo que se hizo con la Atención Primaria durante la pasada década.
Actualmente la atención psiquiátrica en la sanidad pública vasca se cubre por dos vías principales. Los grandes hospitales generalistas -Cruces, Basurto, Galdakao, Donostia y el HUA- tienen servicios de psiquiatría para atender a los casos agudos. Pero el grueso de los pacientes con estas patologías -algunas fuentes hablan del 90%- son tratados por las redes de salud mental. Existe una por cada territorio, con sus hospitales psiquiátricos de media y larga estancia (Zamudio, Bermeo, Zaldibar...), sus centros de salud y hospitales de día. Cuentan con una plantilla conjunta que supera los 1.500 profesionales y el pasado año trataron a 120.000 pacientes distintos con los que llevaron a cabo cerca de 600.000 consultas. Son enfermos a los que se les hace seguimiento durante bastante tiempo dada la patología que sufren.
Estas redes funcionan de forma independiente. Cada una da cobertura a un territorio y cuenta con su propio presupuesto y estructura. Desde el punto de vista del paciente no se nota diferencia, ya que es atendido por profesionales de Osakidetza. Tampoco lo perciben aquellos que han ingresado primero en el servicio de psiquiatría de un hospital de agudos y que son trasladados después a los centros de medida y larga estancia de las redes.
Una de las iniciativas que tiene encima de la mesa el grupo de trabajo creado por la consejería para la salud mental es que estas redes pasen a estar integradas en las OSI. De esta manera, entre otras cosas, dejarían de tener presupuestos, capacidad de gestión y contratos programa propios para pasar a depender de las decisiones que tomen las organizaciones sanitarias integradas que las absorban, todas ellas encabezadas por un hospital de agudos.
Ya en el Pacto de Salud alcanzar un consenso en la línea de la salud mental no fue sencillo. El portavoz de aquel foro -y que es quien dirige ahora el grupo de trabajo creado para reorganizar la salud mental- reconoció entonces que hubo «un debate muy acalorado» para llegar a acuerdos. En la primera reunión de aquel equipo de uno de los coordinadores acudió con un borrador redactado en el que se recogía que para mejorar la atención de salud mental que presta Osakidetza era necesario integrar las redes en las OSI. La cuestión generó una gran controversia entre los participantes y fue retirada del texto final para facilitar así la aprobación de esta línea de trabajo.
En Bizkaia, más complicada
La previsión que manejaría Osakidetza es ejecutar por fases esta idea de integración de las redes de salud mental en las OSI que ya figuró en ese primer documento del Pacto de Salud. Para ello se comenzaría por Gipuzkoa. En este territorio esta estructura es de menor tamaño al estar gran parte de la prestación psiquiátrica concertada con centros privados. En Álava, a priori, la inclusión debería resultar más sencilla, al tener ya Osakidetza la atención sanitaria -salvo la mental- organizada en una única OSI. En Bizkaia, en cambio, todo apunta a que la reorganización en la que trabaja el Departamento será más complicada, al tener que trocear la actual red de salud mental en tres zonas territoriales para que sea integrada en las diferentes OSI que hay en Bizkaia.
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