El neurocientífico Juan Pueyo momentos antes de dar comienzo a la conferencia inaugural del congreso de la sociedad de médicos de familia Semergen en Bilbao. Maika Salguero

Investigador alerta: el cáncer de piel crece un 50% en España debido al calentamiento global

El asturiano Juan Fueyo, investigador del Anderson Cancer Center de Houston (EE UU), alerta del «enorme riesgo» que los cosméticos tienen para la piel de las adolescentes

Viernes, 4 de octubre 2024, 00:12

La mayoría de los cánceres se supera ya gracias a las nuevas terapias aparecidas en las dos últimas décadas; pero en la lucha frente a ... las enfermedades oncológicas lo peor está por llegar. «No estamos tomándonos en serio el cambio climático, que actuará como un auténtico tsunami y multiplicará los casos de una manera aún inimaginable», ha advertido el neurocientífico Juan Fueyo, investigador del Centro Anderson de Houston (EE UU), que ha visitado Bilbao para participar en la ceremonia de apertura del congreso de la sociedad científica Semergen de médicos de Atención Primaria.

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El agujero en la capa de ozono y la contaminación –tanto del aire que respiramos como el agua que bebemos– favorecerán el crecimiento exponencial del número de afectados «como si se tratara de una epidemia». «Será irremediable», ha advertido el especialista en una entrevista con EL CORREO. Sus vaticinios no son sólo el resultado de la reflexión de un experto, sino que se fundamentan en la evidencia científica.

España, en la diana

El fenómeno que describe ya ha comenzado y hay pruebas que lo demuestran. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ya ha advertido de que la incidencia del cáncer de piel ha crecido en nuestro país en torno al 50% en los últimos 20 años, empujada fundamentalmente por el calentamiento global. España es, de hecho, uno de los países del mundo más castigados por este fenómeno. Una reciente investigación publicada en la prestigiosa 'Lancet' advierte de que los fallecimientos por calor extremo han crecido en los últimos años un 95%, lo que supone unas quince muertes más por cada millón de habitantes. Salvo en España, donde ya son treinta.

Estados Unidos también es testigo del auge de los tumores dermatológicos, que son el primer síntoma de lo que está por llegar. Muy pronto los que se multipliquen no serán solo los de piel, según vaticina el experto, autor del libro 'Cuando el mundo se detiene'. «Las truchas, que viven ocultas en los agujeros de los ríos donde prácticamente no entra la luz, presentan ya melanomas. ¡Cómo no vamos a tenerlos los humanos!», se sobrecoge el especialista. «En Estados Unidos ya hay más huracanes y otros fenómenos atmosféricos, como inundaciones, que favorecen la contaminación de las aguas que consideramos potables», advierte.

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«Las truchas, que viven ocultas en los agujeros de los ríos, presentan ya tumores de piel. ¡Cómo no los vamos a tener los humanos!»

Fueyo también llama la atención sobre el presumible impacto patológico de los cosméticos en la piel de las adolescentes. Los llamados 'influencers' de redes sociales como TikTok están consiguiendo que las chavalas jóvenes «se llenen la cara de potingues, que ignoran qué compuestos contienen ni si favorecen la aparición de cánceres». La piel de las personas jóvenes, en proceso de maduración hasta los 35 años, puede resultar ser el caldo de cultivo ideal para que se desate y progrese un fallo celular. «El riesgo puede ser enorme. ¿De verdad son necesarias todas esas cremas?», se pregunta.

Hasta un 40% de los cánceres podrían evitarse si se adoptarán las medidas de prevención oportunas. La aparición de enfermedades tumorales está condicionada, según recuerda, por el consumo de tabaco, alcohol –«ni una gota es buena»–, y el abuso de carnes rojas y procesadas. El sedentarismo y la exposición al sol completan la relación de factores de riesgo que se consideran evitables. «Todo esto se sabe, pero llega el verano y la gente pasa olímpicamente de las recomendaciones», se lamenta.

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Los sonidos del silencio...

Aún así, el cáncer no es lo que tradicionalmente fue. El 70% de los pacientes, «incluidos afectados por tumores pulmonares», logra supervivencias por encima de los diez años. Los avances logrados tras el cambio de siglo, fundamentalmente en el ámbito de la inmunoterapia, tratamientos celulares y el desarrollo de moléculas contra dianas, han cambiado por completo el panorama de la enfermedad.

Por eso, el especialista ha emprendido una cruzada contra el estigma que aún pesa sobre las patologías oncológicas. «¿Recuerda la canción 'Los sonidos del silencio' de Simon y Garfunkel? Hablaba de que 'el silencio crece como un cáncer'», se responde.  Y añade: «Hay que dejar de utilizar expresiones tan peyorativas como 'es el cáncer de la sociedad', porque ya no responden a la realidad y sólo contribuyen al estigma del paciente. Por eso, el enfermo escucha cáncer y se hunde, y no tiene por qué ser así».

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El desierto del cerebro

La trilogía de los cánceres más rebeldes está formada por los de páncreas, ovario y cerebro. Son los tres tumores que menos –o nada– se han beneficiado de los avances terapéuticos de las dos últimas décadas. El reconocido neurólogo asturiano busca junto con su esposa, la neuróloga Candelaria Gómez-Manzano, el origen de estos últimos. «El cerebro es el órgano más complejo», detalla el científico, que lleva ya más de 25 años investigándolo. «No se puede sacrificar, ni siquiera extirpar en parte. Los tratamientos que se infunden a través de la sangre no le llegan y tampoco le funciona la inmunoterapia. Es un desierto», describe. Su grupo, del que también forma parte la investigadora Marta Alonso del Centro de Investigación Médica Aplicada de Navarra, trabaja en el desarrollo de virus modificados que permitan romper la barrera encefálica. El objetivo es llevar hasta el cerebro el fármaco que cambie el curso de la enfermedad.

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