La presión asistencial aumenta en la Atención Primaria por la subida de casos en los jóvenes

Sin embargo, donde sí se nota esa carga extra de trabajo que supone el diagnosticar y el hacer el seguimiento sanitario de estos chavales infectados es en la Atención Primaria. Es en los centros de salud donde, en la mayoría de los casos, se les realizan los test. Y también son médicos y enfermeras de los ambulatorios los que se encargan del control telefónico casi diario a los jóvenes que han dado positivo y a sus contactos. Siguen la evolución de los síntomas y la enfermedad y supervisan que el cuadro no se agrava. De paso, comprueban que cumplen con el aislamiento.

Gipuzkoa es en estos momentos el territorio donde más están subiendo los casos y también en el que se ejerce una presión mayor sobre la Primaria. Un ejemplo es Soraluze. «En este centro de salud ahora mismo hay dos médicos que están haciendo el seguimiento de 35 chavales que se fueron de viaje de estudios a Salou y han dado positivo. Pero además de llamarles para ver que todo va bien, tienen que atender sus agendas con sus pacientes habituales, realizar las salidas a domicilios... Esta subida de los contagios está suponiendo una carga de trabajo añadido brutal», explica María Jesús Arzuaga, médico de familia y delegada del Sindicato Médico de Euskadi en Gipuzkoa. Esta facultativa considera que el aumento de casos «parece el inicio de una nueva ola» y asegura que fruto de este incremento de los contagios «la presión asistencial está subiendo en la Atención Primaria».

En Bizkaia se comienza a notar este incremento de la carga de trabajo asociada al coronavirus en la red ambulatoria. Tanto en los equipos de rastreo, caso de Bilbao; como el seguimiento que se hace de los positivos y sus contactos estrechos. En la comarca de la Zona Minera, en centros de salud como el de Ortuella, se ha doblado el número de jóvenes con los que hay que contactar diariamente por teléfono, detallan desde el sindicato de enfermería SATSE. Un aumento de las tareas relacionadas con la covid que también se aprecia en los ambulatorios de Durango o de Alango, en Getxo.

Junto al coronavirus hay otros dos factores que están detrás del incremento de la carga de trabajo en estas fechas. Por un lado, el propio recorte de horarios en los centros de salud. En menos tiempo tienen que atender a los pacientes habituales a los que realizan pruebas de forma periódica o llevan un control sobre su medicación. Por otro, la falta de suficientes contrataciones para cubrir las plazas de los profesionales que cogen vacaciones. Eso se traduce en que sus compañeros deben asumir su cartera de pacientes durante el tiempo que están fuera. A esto se suma «el alto nivel de bajas que hay entre los profesionales», indican desde Osatzen, la Asociación Vasca de Medicina de Familia. Todo ello coincide con la llegada de una ola que, por afectar a jóvenes que en su gran mayoría no necesitarán ser ingresados, «va a recaer casi al completo en la Atención Primaria».