«El parto de nuestro hijo fue el momento más feliz y terrorífico de nuestra vida»
Una pareja afectada por el incendio en el hospital de Basurto presenta una queja en Osakidetza
Por paradójico que parezca, el pasado 25 de marzo fue el día «más feliz» y «más terrorífico» en las vidas de Vicenç y Mamen. Ese ... día pasaron por una experiencia tan inolvidable como el nacimiento de un primer hijo. Pero también por momentos que definen como de auténtico «terror». «Decir que pasamos miedo es quedarse muy corto», confiesan.
Mamen y Vicenç se refieren al incendio que se desató en el pabellón Iturrizar del Hospital de Basurto poco antes de las 9 de la noche. Esta pareja había llegado a urgencias en torno a las cuatro de la tarde. Mamen había roto aguas y eran «sucias», lo que indicaba que el bebé podía estar en peligro. Y en el hospital detectaron que al pequeño le bajaban las pulsaciones a ratos, por lo que decidieron aumentar las medidas de control. Esas variaciones del ritmo cardíaco indicaban «cierto sufrimiento fetal» y, al cabo de unas horas, los médicos les recomendaron inducir el parto. Poco después de que le inyectasen la epidural empezó a dilatar «rapidísimo».
Mamen estaba ya dilatada de 8 centímetros y la colocaron de lado porque era la única postura en la que el bebé mantenía estables las pulsaciones. El parto era inminente. Y fue entonces cuando empezaron a escuchar gritos en el pasillo: «¡Fuego, fuego!». Vicenç salió de la habitación y vio que se había desatado un incendio en la habitación de al lado, donde había otra pareja dando a luz.
Fueron momentos de «caos», con las camillas «chocándose» en los pasillos de la zona de partos del hospital bilbaíno. Mamen se tapó la nariz con el pijama para tratar de no inhalar el humo que salía de la habitación y tuvo que bajar por su propio pie las escaleras del hospital.
La pareja está muy agradecida al personal sanitario, pero insiste en que se vivieron momentos de auténtico «caos»
Fueron momentos de «frío», mientras la futura madre esperaba en el exterior del hospital «entre 15 y 20 minutos» a que llegasen las ambulancias tapada con una sábana. La Policía y los Bomberos llegaron pronto a Basurto. Pero «nadie» entendía por qué no habilitaron otro espacio en el hospital para que pudiesen ser atendidas y por qué los vehículos sanitarios tardaron tanto en aparecer. «No daba crédito. Estábamos en un hospital y no había ambulancias», explica Vicenç.
Sobre todo, vivieron momentos de «angustia» e «incertidumbre». Mamen pasó tanto miedo por su bebé que todavía hoy tiene «lagunas» en la memoria de ese momento. En la ambulancia estaba ya dilatada de 10 centímetros y no tenían el material para poder monotorizar el estado del niño. Lo que recuerda con precisión es que era incapaz de «dejar de temblar». Sólo se tranquilizó cuando dio a luz en Cruces en torno a las 10 de la noche, poco después de llegar al hospital, una hora después de que se desatase el incendio. Vicenç también lo pasó fatal. Cuatro días después del parto, rompió a llorar cuando acudió al hospital a recoger documentación.
Su historia tiene un final feliz. Pero con el paso de los días empezaron a sentir también mucho enfado por algunas de las cosas que han sufrido. Repiten una y otra vez que están infinitamente agradecidos con los profesionales que les atendieron y que no les dejaron solos en ningún momento. Tienen palabras de afecto para todo el personal sanitario. En especial, para la enfermera de Cruces que les prestó su móvil particular para que pudiesen llamar a su familia a decirles que estaban bien. Habían tenido que salir de Basurto a toda prisa y no tenían nada.
Pero están dolidos con Osakidetza y han presentado una queja formal. Además, censuran que nadie se haya puesto en contacto con ellos para pedirles disculpas o darles explicaciones de lo que pasó. De hecho, Vicenç tuvo que coger un taxi para volver a Basurto a recoger sus cosas. También lamentan que no se activase ningún tipo de protocolo tras el incendio e insisten en que muchos de estos problemas son consecuencia de los «recortes sanitarios».
Basurto reabre la área de partos afectada por el incendio
Basurto ha reabierto de forma «completa» la área de partos del hospital en su ubicación habitual. Lo ha hecho dos semanas después del incendio que se inició en una de las habitaciones de esta unidad situada en la planta tercera del pabellón Iturrizar y que obligó a desalojarla. Aquel fuego tuvo lugar durante la noche del 25 de marzo en una estancia en la que estaba dando a luz una mujer. Ella y otra chica que se encontraba de parto en otra habitación contigua fueron evacuadas a otra área del hospital. A otras tres féminas que estaban en pleno proceso de dilatación se las trasladó a Cruces.En estas dos semanas Osakidetza ha procedido a reparar las instalaciones y sustituir los equipos médicos afectados por el incendio, así como a pintar la unidad. Durante este tiempo Basurto había habilitado una zona de partos temporal en otra ala del pabellón Iturrizar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión