Osakidetza formará a 1.200 profesionales este año para la detección y prevención de casos de violencia de género

Para hacer llegar los aspectos a los que deben estar atento el personal de Salud, el Departamento formará este año a 1.194 de sus profesionales en programas de violencia de género. Unos cursos en los que se tratarán aspectos como la elaboración de partes de lesiones, aspectos éticos, la violencia de género asociada a la interculturalidad o la mutilación genital femenina.

La consejera Nekane Murga ha incidido en que el maltrato hacia las mujeres, tanto físico como sexual, es «uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial». Afirmación para la que se ha apoyado en los datos de la OMS, según los cuales, «una de cada tres mujeres en el planeta» ha sido víctima de la violencia machista.

Osakidetza detectó el pasado año entre sus centros de salud y hospitales 944 casos de violencia de género de los «más de 5.500 que se denunciaron en Euskadi». Un ejercicio, el de 2018, en el que tres mujeres murieron a manos de sus parejas en el territorio.

Para profundizar en la detección de estos casos, el departamento ha editado esta nueva guía que se centra en tres niveles. El primero se enfoca en la identificación de aquellas situaciones de «especial vulnerabilidad»; esto son mujeres con diversidad funcional, trastornos mentales graves, adicciones, migrantes o aquellas que los sanitarios sospechen que puedan ser víctimas de explotación sexual.

El segundo de los niveles profundiza en esta línea y para ello la guía ofrece una serie de preguntas a los trabajadores para identificar de forma precoz posibles casos de maltrato. Entre ellas están el conocer si tiene algún problema con su pareja e hijos, si ha sufrido alguna vez insultos, si su pareja le controla las salidas y el dinero que gasta o si directamente le ha agredido en alguna ocasión. Estas preguntas el personal de Osakidetza las realizará a aquellas personas que tengan antecedentes de violencia y lesiones, presenten problemas ginecológicos o reflejen un malestar emocional.

El tercero de los niveles de actuación es el que se refiere a las pautas a seguir cuando la víctima ya ha sufrido un episodio de violencia. Aquí se incluye establecer una empatía con ella, escucharla, valorar los riesgos futuros y derivarla a los servicios sociales, psicológicos, jurídicos y de atención a la mujer que pueda precisar.

Además la guía, en cuya revisión han participado expertos de Emakunde, la UPV/EHU, la Universidad de Deusto o el Ayuntamiento de Vitoria, incluye un apartado de qué no debe hacer un sanitario cuando tiene ante sí un presunto caso de maltrato.

Para la directora de Emakunde, Izaskun Landaida, esta guía y la formación que durante los próximos meses se va a impartir al personal de Osakidetza, «deben servir desde una perspectiva feminista para sentar las bases para apoyar a las mujeres en el camino de su reparación y empoderamiento».