Osakidetza dispone sus hospitales para una crisis similar a la de la primera ola
Los centros amplían las zonas covid, las plantillas se reorganizan y el Gobierno se prepara para asumir otra vez el control de la red privada
La cuarta ola de Covid-19, que en Euskadi es en realidad la quinta, se encabrita. Osakidetza dio orden el pasado fin de semana de ... preparar la red hospitalaria para afrontar una crisis similar a la de la primera oleada epidémica. Muy posiblemente no tendrá su mismo impacto en muertes, dado el lento pero paulatino avance en la vacunación, especialmente de los mayores; pero sí se teme un estallido de casos que amenaza con poner en jaque el sistema. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, llegó a reconocer ayer la existencia de conversaciones para volver a poner la red privada de salud bajo el mando único de las instituciones públicas. «No podemos afirmar que estemos ante un cambio de tendencia; sigue siendo necesario extremar las medidas de precaución», advirtió la titular del departamento.
Sagardui aprovechó la tradicional rueda de prensa al término del Consejo de Gobierno de los martes para dibujar un panorama que explica las medidas que comenzaron a adoptarse el pasado viernes. La presión asistencial se percibe en todos los ámbitos de la red sanitaria. Los ingresos hospitalarios no han dejado de crecer desde finales de marzo.
Los centros de Osakidetza atendían el lunes a 543 pacientes, un 20% más (113 enfermos) que catorce días atrás. Las unidades de cuidados intensivos también comienzan a estar a tope. El último registro habla de 189 ingresados, cifra que da una idea de la manera en que se están disparando los contagios y los casos graves si se compara con otras pretéritas. Hace poco más de tres semanas, el 3 de abril, eran la mitad (95 afectados en estado crítico); y solo unos días antes, el 29 de marzo, mañana hará solo un mes, ese cómputo había llegado a caer a 80.
El 61,9% del total de camas de UCI de Euskadi está ocupado por pacientes covid; y también el 15% de las que se disponen en las plantas de los hospitales. «Estamos preocupados -reconoció la consejera-. Sabemos que en los próximos días se seguirán produciendo hospitalizaciones y debemos actuar con responsabilidad y previsión». De momento, dijo, no se prevén nuevas restricciones sociales, pero sí se han dado movimientos en torno a la gestión de la pandemia.
El empuje de la epidemia obliga a reforzar los equipos territoriales de Salud Pública con 48 nuevos especialistas
Más de quince días
La decisión de suspender al menos durante quince días las cirugías no urgentes no ha llegado sola; y además tampoco se descarta que la medida vaya a limitarse a ese tiempo. «Por desgracia, vamos conociendo cada vez mejor cómo actúa el coronavirus. Es posible que los casos continúen al alza en mayo, desciendan en junio y la vacunación ayude a controlar la situación en julio», predecía ayer la portavoz del sindicato de Enfermería SATSE en Bizkaia, Amaia Mayor.
El hospital de Cruces dedica ya a pacientes covid zonas concretas de las áreas de Traumatología, Neumología y Enfermedades Infecciosas. El aumento de la presión asistencial en la unidad de críticos ha obligado a habilitar camas para los pacientes más graves en Neurología, Traumatología, Hematología, Bioquímica y en la unidad de Reanimación conocida en el centro como Martillo Pasillo. Todo el quirófano programado se ha suspendido.
Las plantas 9 y 10 del de Galdakao se encuentran «a tope de coronavirus», lo mismo que la UCI; y se han abierto camas para afectados en la planta 5A. Además, también se han dispuesto para afrontar la crisis la unidad de Cirugía Ambulatoria (UCA) y la de Reanimación Postanestésica (URPA). Medidas similares se han adoptado en la organización asistencial del hospital de Basurto, que ya ha informado a sus enfermeras especializadas de los ambulatorios de Bilbao que en los próximos días podrían pasar a reforzar la plantilla hospitalaria.
Asimismo, el hospital de Urduliz ha desplazado a parte del personal de quirófano y consultas al área de Covid. Los hospitales de Cruces y Galdakao, además, han comenzado a recibir pacientes críticos derivados de Gipuzkoa; en concreto, de los hospitales de Zumarraga y Mendaro. En el Hospital Universitario de Álava (HUA) están preparadas 12 camas UCI en el nuevo edificio de servicios centrales, el que albergará en un futuro el nuevo bloque quirúrgico y las urgencias. Hace ya meses que están listas para su uso si se ocupan a las vez las 30 camas de críticos para pacientes con Covid que tienen en activo Txagorritxu (20) y Santiago (10). «No son solo las condiciones de trabajo, especialmente para el personal eventual, que están aún pendientes de negociar -explicó Amaia Mayor-. Trabajamos con el sufrimiento humano, con la gente ya reventada y sus vidas muy afectadas».
Hay otro dato más que advierte de la delicada situación que atraviesa Euskadi. El agravamiento de la epidemia ha obligado al Gobierno vasco a reforzar el actual equipo de Salud Pública con 48 expertos en diferentes especialidades, que comenzarán a incorporarse en mayo. Salud destinará 2,7 millones de euros para contratar, entre otros, a especialistas en epidemiología, estadística y asesoría jurídica, que trabajarán en las sedes territoriales de Bizkaia (21), Álava (14) y Gipuzkoa (13).
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