Osakidetza admite la «saturación» del centro de enfermedades de transmisión sexual en Bizkaia
El gran incremento de pacientes ha disparado la lista de espera y que las consultas de control se retrasen una semana
Osakidetza admite que existe un problema de «saturación» en la consulta de atención a las infecciones de transmisión sexual (ITS) que da servicio a toda ... Bizkaia. Los usuarios del servicio, ubicado en el ambulatorio de Bombero Etxaniz de Bilbao, advierten de la elevada congestión que sufre el equipamiento y las demoras que esto está provocando en las consultas. Lo hacen a través de la asociación Anitzak, que defiende los derechos del colectivo LGTBIQ+. Sofía Ibarra, jefa del servicio de Enfermedades Infecciosas de la OSI Bilbao-Basurto, del que depende la unidad, les da la razón.
Anitzak advierte de la «alarmante situación» en la que se encuentra el centro, lo que ha hecho que los tiempos de atención a los usuarios se hayan disparado. Hasta el punto de que se están «generando retrasos significativos en la prestación de servicios esenciales para la salud sexual de la población». Osakidetza reconoce este tensionamiento y explica que la situación actual es fruto del incremento de la demanda. Cada vez hay más personas, principalmente jóvenes, que se acercan a esta consulta por un problema relacionado con su salud sexual. Y aunque se han incorporado más profesionales al centro, siguen sin ser suficientes para reducir esos plazos.
En su contexto
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9.000 consultas ha atendido el último año el centro de enfermedades de transmisión sexual de Bizkaia, ubicado en el ambulatorio de Bombero Etxaniz, de las cuales 3.700 fueron a nuevos pacientes.
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La gonorrea se triplica en cinco años Según indica Sofía Ibarra, jefa del servicio de Enfermedades Infecciosas de la OSI Bilbao-Basurto, las infecciones gonocócicas «se han multiplicado por tres en cinco años, mientras que las de sífilis se han duplicado».
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1.800 personas asintomáticas se sometieron a un cribado el último año en Bizkaia después de haber tenido una relación sexual de riesgo. El 11% de ellas dio positivo en esta prueba a alguna de enfermedad de transmisión sexual.
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Clamidia y gonorrea, las más frecuentes Las enfermedades de transmisión sexual con mayor prevalencia en Euskadi son la clamidia, con 1.514 casos el pasado año, y la gonorrea, con 1.189. Otras infecciones frecuentes son la sífilis, herpes genital y VIH.
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127 infecciones por VIH se diagnosticaron el pasado año en Euskadi. Son ocho más que en el año 2021, pero menos que los datos de los ejercicios previos a la pandemia. En el 58% de estos casos el diagnostico se produjo de forma tardía.
«En los últimos tiempos estamos experimentando un crecimiento importante de este tipo de infecciones en todo el mundo. En el caso de Euskadi solo en cinco años se han multiplicado por tres las personas enfermas de gonorrea y por dos las de sífilis», indica Ibarra. El pasado 2022 se diagnosticaron en el País Vasco 1.189 infecciones gonocócicas, 311 de sífilis y 1.514 de clamidia. Todo este volumen de afectados hace que los servicios específicos para atenderlos estén desbordados. Solo en Bizkaia el pasado ejercicio la unidad de Bombero Etxaniz atendió más de 9.000 consultas, de las que «3.700» fueron de nuevos pacientes.
Como ocurre en cualquier servicio de Osakidetza, a mayor cantidad de usuarios, más retrasos. La asociación Anitzak asegura que el centro ha pasado «de otorgar citas en 2 o 3 días a programarlas para más de un mes y medio después». Ibarra sí reconoce demoras, pero no tan prolongados como sostiene este colectivo. «Para una consulta se sitúa en siete u ocho días, siempre que no se trate de un caso urgente. En estas circunstancias se trata de atender al paciente entre uno y tres días», detalla. Cuando se trata de citas para seguir la evolución de enfermedades no graves, como pueden ser las verrugas genitales, los plazos se pueden ampliar hasta los «tres o cuatro meses».
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«El diagnóstico precoz es importante, pero también lo es la prevención»
Estas demoras, sostiene Anitzak, suponen un riesgo para la salud sexual de la población. Y es que si una persona tiene dudas de haber contraído una enfermedad de este tipo y no es diagnosticada a tiempo, en caso de que finalmente esté contagiada podría propagar la infección, siempre que no cumpla escrupulosamente las medidas de prevención. Algo que no siempre ocurre. De hecho, el condón se emplea cada vez menos. De ahí el fuerte incremento de estas patologías, lo que ha llevado al propio Departamento de Salud a poner en marcha este verano una campaña de concienciación.
«Los tratamientos frente al VIH funcionan muy bien», resalta la jefa de Enfermedades Infecciosas de Basurto. Logran cronificar este mal y reducir las posibilidades de resultar infectado. «Pero de manera indirecta han hecho que decaigan otras barreras», como el preservativo, eficaz para impedir la transmisión de la mayoría de ITS que están ahora disparadas. A todo ello se suma un cambio en la forma en la que la sociedad vive su sexualidad. «Las redes, los chats y las aplicaciones facilitan los contactos sexuales», apunta Ibarra. A esto hay que añadir las 'chemsex', que «hacen que estas enfermedades aumenten exponencialmente». Son sesiones en las que los participantes consumen drogas con fines eróticos y pueden prolongarse durante horas o incluso días. Estos maratones sexuales, por el contexto en el que se celebran, «dificultan» también la identificación de los contactos, en el caso de que alguno de los participantes sepa con posterioridad que padece una ITS. Es algo que ocurrió el pasado año con la expansión de la viruela del mono.
Incremento de personal
Para Anitzak es necesario ampliar la unidad de enfermedades sexuales de Bizkaia o crear una segunda sede para «descentralizar la atención» y «reducir» los tiempos de espera. Ibarra indica que el equipo de Bombero Etxaniz cuenta con tres especialistas en enfermedades infecciosas, un microbiólogo, dos enfermeras en horario de mañana y otra más a la tarde. De cara al futuro hay previsión de sumar una cuarta enfermera y un dermatólogo. «Estamos incorporando a más profesionales, pero no al mismo ritmo que aumentan los casos», comenta Ibarra.
Como prueba de ello pone un ejemplo. «Hace un justo un año abrimos un servicio de cribado para personas asintomáticas que habían tenido una relación sexual de riesgo y querían saber si se habían infectado de una ITS». Comenzó funcionando dos tardes a la semana. Dada la elevada demanda hubo que ampliarlo a cinco. En doce meses, 1.800 vizcaínos se han sometido a uno de estos cribados. «El 11% estaba contagiado». Otro dato que ahonda en la cada vez mayor proliferación de enfermedades venéreas en Euskadi.
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