Alarma en el Gobierno vasco por el elevado contagio de jóvenes y el riesgo para sus familias

Son situaciones «difíciles de controlar» y que han provocado que repunten los casos en Euskadi en los últimos días, hasta 262 en la ultima semana y la mitad de ellos detectados entre menores de 29 años. En estas reuniones de personas jóvenes «con muchos contactos y movilidad», agregó Murga, «se están registrando decenas de infectados que luego van a sus casas y lo pasan a hijos y padres». Murga, que hablaba así en una entrevista en Radio Euskadi, asumía que pueden llegar a los hospitales de nuevo más casos de familiares vulnerables y de más edad a los que el virus les cause una grave neumonía.

Reflexionaba así la consejera muy pocas horas después de que entrara en vigor en el País Vasco la obligatoriedad de llevar mascarilla en todo momento y se adoptaran otra serie de medidas restrictivas como prohibir a los jóvenes juntarse en lonjas, incrementar los controles para evitar botellones o impedir el consumo de alcohol en la calle fuera de las terrazas de los bares. Es la batería de acciones con las que Salud trata de contener los repuntes en estos días de verano. Si dentro de unos días la situación no mejora, la responsable de Salud no descarta un endurecimiento con medidas «más contundentes».

El virus está «empezando a circular con mayor frecuencia» afirmó. La cifra de los nuevos contagios notificados este jueves fue de 58 (dos de residentes de otra comunidad o país), casi los mismos que la jornada anterior, con 60. Pese a anotar 118 casos en sólo 48 horas, con focos especialmente preocupantes en Ordizia, Tolosa, Getaria, Eibar y Zarautz, la consejera indicó que la situación está controlada. Gipuzkoa volvió a concentrar la mayoría de afectados, con 31 más, pero sorprendió el aumento de infecciones en Bizkaia. Este territorio anotó ayer 20 positivos. Álava registró cinco contagios, cuatro de ellos en Vitoria. Hubo un fallecimiento, tres nuevos ingresos en planta de hospital y se mantiene estable en cuatro el número de personas con coronavirus ingresadas en las UCI.

A falta de vacunas y de un tratamiento eficaz para la Covid-19, las mascarillas, la distancia social y la higiene constante de manos son las únicas maneras de tratar de frenar la escalada de contagios. La consejera recomendó ayer que esta prenda esté puesta hasta para andar en bicicleta o hablar por teléfono. Y a los fumadores les pidió expulsar el humo del tabaco lejos de otras personas. Incluso en las reuniones familiares cree que hay que ponérsela cuando la persona que está al lado no es «conviviente» y máxime si es de riesgo

El aumento de la movilidad y de las actividades de ocio ligadas al verano son ahora mismo el mayor cebo para el virus. Las reuniones de amigos o familias son constantes y el origen de la mayor parte de los focos activos en estos momentos, algunos difíciles de rastrear y, por tanto, de controlar. Por ello, Murga apeló a la responsabilidad de todos los ciudadanos y en especial de los jóvenes que en estas fechas se mueven mucho entre diferentes municipios. Hay decenas de niños con infección, recordó, tras lo que pidió «un esfuerzo a la población». Precisamente recalcó la complejidad que supone la movilidad para el rastreo de los casos tanto los importados como los exportados. Y puso por ejemplo el foco de Ordizia, donde hubo jóvenes que después viajaron a Murcia y a Cantabria. En Zarautz se ha pedido a los chicos que participaron en fiestas de fin de curso que se aíslen en sus casas y acudan a hacerse una prueba PCR.

Pese a que en siete días se han superado los 260 nuevos casos en Euskadi, Murga no ve que la comunidad entre en una segunda oleada de contagios. «Eso sería una situación de incremento descontrolado», indicó. La red de 77 rastreadoras, insistió, funciona y aunque los datos remiten a finales de abril o principios de mayo, cree que la situación no es comparable a la de esos días. Recuerda en este sentido que no se hacían pruebas PCR a asintomáticos. En la actualidad, entre un 30% y un 40% de los positivos son de contactos estrechos, es decir, «que los hemos ido a buscar», defendió

«Esto hace que el número actual no se corresponda para el servicio sanitario con el riesgo a sobrecarga asistencial que había con las cifras de mayo. 60 personas detectadas entonces no es lo mismo que en este momento. Es como un iceberg y en estos momentos vemos más parte del iceberg».