Una nueva terapia logra salvar la vida de otros dos niños con una leucemia rara

La curación de Alyssa no fue un hecho aislado. Científicos de Estados Unidos han dado a conocer el caso de dos nuevos niños de 13 y 15 años que han logrado superar la extraña leucemia que padecían, gracias al uso de las tijeras genéticas CRISPR, que permiten modificar el ADN y que dieron el premio Nobel de Química 2017 a la química Jennifer Doudna (EEUU)y la bioquímica Emanuelle Charpentier (Francia). Un tercer adolescente que participó en el ensayo falleció por una repentina y fulminante infección pulmonar.

La leucemia es uno de los cánceres más frecuentes en niños y, en concreto, la leucemia linfoblástica aguda. Los actuales tratamientos permiten superarla al 95% de los afectados. Existe, sin embargo, una forma rara de esta enfermedad, la leucemia linfoblástica aguda de tipo T, de la que se diagnostican unos seis casos al año en España y que suele tener muy malas perspectivas. En caso de recaída, apenas el 15% de los afectados la supera.

Un equipo médico del University College de Londres decidió aplicar con tres jóvenes pacientes condenados a morir la técnica de las tijeras microbianas combinada con una de las últimas terapias que han revolucionado la oncología, la de las células CAR-T. Consiste en extraer los glóbulos blancos de los pacientes, reforzarlos en el laboratorio y volverlos a introducir en su cuerpo.

Los británicos utilizaron glóbulos blancos de donante y recurrieron a las tijeras genéticas para favorecer su adaptación al organismo del donante. Uno de los problemas de esta técnica es que favorece la aparición de graves infecciones tras recibir el tratamiento.