«El milagro del trasplante ayuda a los familiares a poner sentido a la muerte»
mónica delicado | coordinadora de trasplantes de basurto ·
«Hay que crear un clima de confianza para que, en medio del shock que supone ese momento, sean capaces de tomar una decisión»Terry Basterra
Domingo, 4 de diciembre 2022, 00:35
Mónica Delicado es la coordinadora de Trasplantes en el hospital de Basurto, un centro que el año pasado llevó a cabo 31 donaciones de órganos ... y tejidos. Más de un centenar de personas toman parte en este minucioso proceso que salva vidas. Pero para que todo se ponga en marcha es necesario el 'sí' de la familia del fallecido para poder iniciar la donación.
-Todo empieza con la muerte de un posible candidato a donante y con una conversación con su familia.
-De todos los eslabones que tienen que ponerse en marcha desde que se detecta un donante hasta el trasplante, este es el momento de grandeza humana. Aquí no cuenta la tecnología, ni los respiradores, ni los medicamentos vasoactivos. Aquí estamos las personas. Nos vamos a encontrar con una familia, que está en crisis emocional y que va a iniciar un duelo por la pérdida de su ser querido.
-¿Es usted la encargada de realizar esa entrevista personal con las familias de un posible donante que se identifica en el hospital de Basurto?
--Sí, los coordinadores de trasplantes somos los encargados de hacer esa entrevista porque somos las personas que conocemos de todo el proceso y tenemos formación para hacer esa entrevista.
-Imagino que no será una conversación sencilla.
-No es nada fácil estar con personas que están sufriendo, independientemente de que sean donantes o no. Comunicar malas noticias probablemente sea la parte más complicada de nuestra profesión. Si trabajas en un hospital y en sanidad, tarde o temprano te va a tocar dar malas noticias.
-¿Cómo se inicia esa conversación con los familiares? ¿Con un gesto, con una frase...?
-Cada entrevista es individual y única. Mucho fluye. Te tienes que enfrentar a esa situación con respeto, intentando que nos digan cómo se sienten y acogiendo el mundo de los sentimientos. Se empieza en un despacho, con una actitud, con una mirada, con el tono de voz, con tantas cosas... En esta charla están presentes el llanto, la tristeza, la angustia, la negación, el enfado, uff... Tantos sentimientos... Hay que dar tiempo a que esas personas inicien el proceso del duelo y que lo hagan con nosotros. Escuchar lo que dicen, pero también lo que no dicen. Los silencios son muy importantes.
-De algún modo, les acompañan en ese momento.
-Hay que crear un clima de confianza para que, en medio del shock de ese momento, sean capaces de entender la situación en la que se encuentran, asumir la pérdida y poder tomar una decisión sobre la donación. No es nada fácil. En el instante en el que asumes lo que ha sucedido es irreversible y tu familiar ha fallecido, es cuando puedes tomar una decisión y ofrecer la posibilidad de donar.
-¿Una vez son capaces de tomar la decisión, cuál es el porcentaje de personas que donan?
-Estamos en una tierra de gente muy generosa. De cada diez ocasiones en nueve las familias dicen que sí a la donación. Hay una grandísima sensibilidad de la población en este campo. Muchas veces no necesitamos ni siquiera proponer la donación. Hay familias que lo tienen muy claro y son ellas las que nos lo sugieren antes de que se lo planteemos.
-¿Mantienen la comunicación con las familias que autorizan donar los órganos de su ser querido?
-Si acceden, cuando finaliza todo el proceso de donación volvemos a llamarles por teléfono para contarles cómo ha ido todo, qué órganos ha podido donar su familiar y a cuánta gente ha ayudado. No sabemos quiénes son los receptores. Solo las vidas que ha podido salvar. Ese es un momento entrañable. Generalmente los familiares están más tranquilos que unas horas antes, cuando han dado el sí. Les reconforta mucho saber que han podido ayudar a tantas personas con este milagro del trasplante. Les ayuda a poner sentido a la muerte.
-Es importante decir sí a la donación.
-Mi más sincero agradecimiento a todos los donantes y a sus familias, que en un momento de sufrimiento son capaces de decir que sí a la donación y ayudar a otras personas. Porque probablemente cuando tenemos que hacer algo por nuestros seres queridos no es tan complicado. Tener un gesto así por alguien que no conoces es de una generosidad infinita y es un honor para mí estar en estos momentos.
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