Médicos residentes en Osakidetza: «Elegimos formarnos en Euskadi por las condiciones laborales y el clima»
La mitad de los médicos residentes que se forman en Osakidetza viene de otras comunidades o son extranjeros
Cada año comienzan su formación en Osakidetza cerca de medio millar de futuros médicos y enfermeras. Eligen Euskadi para realizar su residencia y especializarse. Son ... el futuro de la sanidad vasca y las personas sobre las que recae la responsabilidad de proporcionar el necesario relevo generacional en una profesión que, en algunas disciplinas concretas como es la Medicina de Familia, va a sufrir una oleada de jubilaciones en los próximos años. De estos más de 500 sanitarios que cada año inician su primer año de adiestramiento en Osakidetza la mitad no ha nacido en Euskadi. El 40% de los que comenzaron su formación provienen de otras comunidades mientras que otro 8% son extranjeros, según los datos del Departamento vasco de Salud. Cuatro de estos futuros especialistas, todos ellos residentes de la OSI Bilbao-Basurto, cuentan a EL CORREO por qué eligieron el País Vasco para instruirse y cómo está siendo su experiencia. Si hay algo en lo que todos ellos coinciden es que dos de los principales motivos de peso a la hora de decidir su destino fueron «las condiciones laborales y salariales» que ofrece el Servicio Vasco de Salud a los residentes y el «clima» de Euskadi. A ninguno le gusta el calor en ocasiones excesivo de otras zonas de la Península.
Julia González Extremadura
«Vine a Euskadi por la calidad de su Atención Primaria»
Natural de Belvís de Monroy, en Cáceres, Julia González tenía claro mientras estudiaba el grado de Medicina en Madrid que ella quería ser médico de familia. «A mí lo que me gusta es tener una visión global del paciente a lo largo del tiempo, por eso sabía que mi sitio estaba en un centro de salud y no en un hospital», afirma. González afronta su primer año de residencia y eligió Euskadi para especializarse «por la calidad de su Atención Primaria, la relevancia que se le da en Osakidetza a este nivel asistencial y por cómo se enfoca. Aquí se le da mucha importancia a la salud comunitaria».
Formarse en Euskadi también suponía un aliciente para ella. Quería mudarse al norte, cerca del mar, después de vivir en diferentes puntos de España. Esta futura médica de Familia da otra clave sobre por qué cerca de la mitad de los residentes que se especializan en Euskadi son de otras comunidades. «El MIR te da una oportunidad de conocer otro lugar diferente y empezar de nuevo. Muchos de nosotros ya estamos acostumbrados desde jóvenes a vivir fuera del lugar donde nacimos. Nos marchamos de casa para estudiar Medicina en la universidad y este es un paso más. Son cuatro años y siempre puedes volver a tu comunidad o marcharte a otra diferente cuando se acaben», explica. Ella aún no tiene claro dónde le llevará la vida. Lo que sí ha hecho, por lo que pueda pasar y porque los idiomas le interesan, es apuntarse a un curso de iniciación de euskera ofrecido por Osakidetza.
Néstor García Cantabria
«Aquí un R1 cobra casi igual que un R4 en Cantabria»
Néstor García es de Torrelavega. Tenía dos cosas claras a la hora de decidir dónde formarse. La primera, él será nefrólogo. De hecho repitió el examen MIR para mejorar su nota y poder elegir esta especialidad al segundo intento. La segunda, quería realizar la residencia no muy lejos de su localidad natal. «Elegí Euskadi, y en concreto Basurto, por su proximidad. Quería marcharme de casa, pero tampoco irme muy lejos. Además, ya conocía la ciudad y me gustaba. Tampoco me llevo bien con el calor, así que todo eso me ayudó a decidirme», relata. A esto se suma que «las condiciones laborales que ofrecen aquí son mejores que las de otras comunidades». «Aquí un R1 año cobra casi lo mismo que un R4 en Cantabria», explica. Esto se debe a que Osakidetza abona por la hora de guardia a los residentes una cantidad bastante superior a la de otras autonomías.
Néstor está muy cómodo tanto en Bilbao como con Basurto. Por eso no duda en que si cuando acabe su residencia le dan la oportunidad de seguir en el hospital, él la aceptará. «Claro que me gustaría quedarme, pero hay que ver cuando llegue el momento si me ofrecen algo y en qué condiciones exactamente».
¿Y el euskera? «En el día a día no saber hablarlo no es algo que note a la hora de atender a los pacientes, porque habitualmente se comunican con nosotros en castellano. A los que somos de fuera sí que nos puede limitar si nos queremos quedar y optar a una plaza en propiedad en Osakidetza, porque otorga muchos puntos en las oposiciones», indica. Su «plan», de asentarse en Bilbao, es apuntarse a un euskaltegi para sumar alguno de los puntos que se dan en las OPE por los diferentes títulos de euskera.
María Enjuanes Cataluña
«En Basurto nos conocemos todos, hay buen ambiente»
Aunque ella es de Lleida y estudió el grado de Medicina en Barcelona, María Enjuanes eligió Santiago de Compostela para preparar el examen MIR. Allí conoció el clima del norte. Le gustó y cuando le tocó elegir destino para realizar la especialidad tenía claro que su principal opción era una ciudad cerca del Cantábrico. No quería saber nada del calor. Además, la ciudad tiene otros alicientes que pesaron en su elección. «Me decanté por Bilbao porque me queda más cerca de Cataluña, tiene aeropuerto, una vida cultural interesante y porque su tamaño me permite ir andando a todas partes», cuenta María, que afronta su tercer año como residente de Reumatología.
De su disciplina médica le gusta que no se centra en un único órgano, sino que aborda al paciente «de una manera más global». Su formación en esta etapa consiste en «rotar» por el resto de especialidades que tiene relación con el área de la que va a ser experta durante periodos de uno o dos meses, como son entre otras Cardiología o Endocrinología, para empaparse de ellas y poder emplear ese conocimiento en el futuro, antes de centrarse en exclusiva en aspectos centrados con la reumatología. De Basurto valora especialmente «el buen ambiente del hospital». «Aquí nos conocemos todos, es como un pueblo. Esto en un hospital grande no habría sucedido. Además entre los residentes se ha creado una buena relación. Somos una piña».
Almudena Albarrán Madrid
«Conocía la especialidad y había trabajado en ella»
Aunque son menos conocidas que las médicas, la enfermería también cuenta con especialidades. Siete en concreto. Matrona, Pediatría, Familia, Salud Mental, Trabajo, Geriatría y Cuidados Médico-Quirúrgicos. A diferencia de lo que ocurre con la medicina, en la enfermería no es necesario que sus profesionales se especialicen para comenzar a ejercer tras completar sus estudios universitarios, pero si quieren optar en el futuro a una plaza en propiedad en alguna de estas ramas haberse adiestrado específicamente en ella les facilitará las cosas. Esto es lo que llevó a Almudena Albarrán a realizar el examen EIR -el equivalente al MIR en enfermería- y dedicar después dos años a formarse en el área de Pediatría. «La conocía porque ya había trabajado en este campo en el hospital de La Paz tras acabar la universidad y quería dedicarme a él a nivel profesional», cuenta. ¿Y por qué no realizó la residencia en su ciudad? «Entre la pandemia y el tamaño de La Paz acabé un poco asfixiada. Necesitaba un cambio para oxigenarme», cuenta la madrileña. La Paz dispone de más de 1.300 camas, una dotación bastante mayor que cualquiera de Euskadi. Por todo ello, Albarrán optó por realizar su residencia en Bilbao, ciudad que ya conocía y en la «que estaba mi pareja». Otro motivo importante a la hora de elegir destino.
Sobre su futuro, en la mente de Almudena está el regresar a Madrid dentro de un tiempo. Aunque no tiene prisa. Por el momento acaba de finalizar su residencia este julio y ha comenzado a trabajar contratada por Osakidetza en la misma OSI de Bilbao-Basurto donde se especializó.
Esta sanitaria señala que uno de los problemas de su sector es la precariedad laboral. «Tenemos trabajo, pero los contratos que nos ofrecen no siempre son buenos porque muchas veces son cortos. De semanas, meses o como mucho un año. Eso te genera una inestabilidad y te impide planificar tu vida», apunta. Es un obstáculo, comparte Néstor García, a la hora de tomar decisiones de calado a la hora de decidir asentarse en un lugar , «como es la de comprarte un piso».
Osakidetza contrata al 86% de los médicos a los que adiestra
De los varios centenares de facultativos que cada año acaban su residencia en Euskadi la mayoría se queda a trabajar en Osakidetza. Al menos durante el año siguiente a finalizar su formación en el Servicio Vasco de Salud. Así lo reflejan los datos publicados por el Departamento de Salud. El pasado 2022 el 86% de los galenos que completó su instrucción en el País Vasco siguió trabajando para Osakidetza. El porcentaje de permanencia es también muy alto dentro del personal de enfermería que se ha especializado en Euskadi. El 83% firma un contrato de trabajo con la sanidad pública vasca tras acabar los dos años de EIR.
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