La OCU desaconseja el uso de mascarillas FFP2 y apuesta por las «quirúrgicas o desechables»

La asociación también destaca que con este tipo de tapabocas la «respirabilidad es limitada y su uso no es sencillo al tener que ajustarse perfectamente al rostro». La opción por la que se decantan son las mascarillas higiénicas desechables o quirúrgicas, aunque estas como todas las demás también deban estar perfectamente ajustadas al rostro.

El 13 de agosto del año pasado, en España se hacía obligatorio el tapabocas para poder salir a la calle como resultado del inicio de la segunda ola de la pandemia. Daba igual si se trataba de una quirúrgica, una FFP2 o una de tela. Fue entonces cuando se produjo el primer enfrentamiento entre el Gobierno de Ayuso en Madrid y el de Sánchez. La presidenta madrileña recomendaba las FFP2 y el Gobierno central le reprochaba que eran «mascarillas egoístas» y se decantaba por las quirúrgicas.

El pasado viernes, su compañero de partido y presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, pidió al Gobierno que declarase el uso obligatorio de la mascarilla FFP2 en espacios interiores y transporte público. Esta petición viene a raíz de la prohibición del tapabocas casero en Alemania, Austria o Francia. La nueva cepa del coronavirus procedente de Reino Unido, mucho más contagiosa que las anteriores, ha empujado a las autoridades sanitarias de estos países a tomar esta decisión porque carece de la efectividad de las anteriores. Incluso las quirúrgicas están ya bajo sospecha en determinados ámbitos.Austria fue la primera nación europea en decretar el pasado 17 de enero el uso obligatorio de la FFP2 en supermercados y transportes públicos. Para compensar su carestía respecto a las quirúrgicas, el Gobierno de este país prometió repartirlas gratis entre los ciudadanos con ingresos más bajos y los mayores de 65 años.