La ITV de Júndiz paraliza las inspecciones

El coronavirus ha paralizado la actividad en la estación de ITV de Júndiz, la única que hay en Álava. El centro permanece abierto al público, pero no está pasando las inspecciones técnicas de vehículos desde la publicación del Decreto del Gobierno por el estado de alarma. Sus medidas recogen la obligación de mantener la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios, algo que no pueden cumplir a la hora de realizar controles, ni tampoco las pautas de limpieza.

Cabe recordar que, desde la entrada en vigor de la nueva normativa europea, las inspecciones que se realizan ahora son más exhaustivas y requieren por ejemplo que el inspector se monte en el interior de cada vehículo. Es uno de los ejemplos que explica por qué se han dejado de realizar controles. Las personas que se acercan hasta la instalación ubicada en la calle Lermandabide, que cuenta con 6 líneas para las revisiones, están retrasando sus citas. La situación genera confusión entre los conductores a los que le caduca la inspección en estas fechas, ya no saben si van a ser multados.

La estación alavesa atendió una media de entre 300 y 350 vehículos diarios de primera inspección según los datos de finales del pasado curso. Lo que da una idea del número de personas que pasan cada jornada por las instalaciones. Pero ese trasiego de conductores se ha parado. El recinto permanece estos días vacío, y únicamente acuden los trabajadores, además de los conductores que acuden a consultar sus citas a la oficina. La estación está a la espera de lo que decida el Gobierno. Este centro pertenece a la concesionaria Itasua, que cuenta con otras dos estaciones Gipuzkoa (Bergara y Zarautz) que están en la misma situación.

La medida se extiende al resto de centros de ITV del País Vasco, que también han bajado la persiana. Las empresas que gestionan los nueve centros de la comunidad han decidido «como medida de fuerza mayor y prevención ante la expansión del coronavirus» cerrar de manera temporal sus instalaciones con el fin de «velar por la salud de nuestros empleados y clientes». Esta decisión preventiva ha sido tomada por parte de las compañías sin que el departamento de Industria del Gobierno Vasco o el Ministerio de Sanidad haya solicitado una suspensión expresa de la actividad de estos centros.

En el resto de España el panorama varía. Hay algunas comunidades, como Andalucía y Baleares, que decretaron este lunes el cierre de sus estaciones. La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos AECA-ITV, que integra las instalaciones privadas y públicas, reclamó este lunes al Ministerio de Sanidad que suspenda de manera «inmediata» su actividad en todo el territorio nacional para evitar un mayor número de casos positivos por coronavirus.

El colectivo trasladó que el riesgo de contagio que existe en estas estaciones es «muy elevado» debido al número de personas que acceden a las mismas, y señaló que no cuentan con los equipos de protección necesarios para los empleados y usuarios de los casi 500 centros, lo que imposibilitaría cumplir con las directrices de prevención y protección dictadas por el Ministerio de Sanidad.

Circular con la ITV caducada es una infracción que está castigada con una multa de 200 euros, aunque no supone la pérdida de puntos del carné de conducir. La Dirección General de Tráfico (DGT), responsable de la seguridad vial en España, no tiene la capacidad de pronunciarse acerca de ello, ya que la ITV no depende del Ministerio del Interior, sino del de Industria, que tiene transferidas las competencias a las Comunidades Autónomas.

Sin embargo, el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo de 2020, por el que se declara el estado de alarma, hace referencia a la suspensión de plazos administrativos y establece que «se suspenden términos y se interrumpen los plazos para la tramitación de los procedimientos de las entidades del sector público. El cómputo de los plazos se reanudará en el momento en que pierda vigencia el presente real decreto o, en su caso, las prórrogas del mismo». Por lo tanto, los agentes de la autoridad no deberían sancionar durante este periodo a los conductores que circulen con un vehículo que tenga caducada la ITV dentro de estos 15 días.