Cuidados para lucir unas manos saludables
Martes, 9 de junio 2020, 11:04
El contacto frecuente de la piel con jabón y geles hidroalcohólicos puede pasar factura si no se extreman los cuidados. La dermatóloga Marta Ballesteros nos ofrece algunos consejos para mantener nuestras manos con un aspecto saludable.
Y es que son tiempos difíciles por la pandemia de la COVID-19. Tiempos en los que hay que protegerse y cuidar así de los colectivos más vulnerables. Bien conocidas son las medidas a seguir para reducir al máximo la capacidad de transmisión del virus: la distancia social, el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos y el uso de geles hidroalcohólicos. Las tres últimas acciones pueden provocar eccemas de contacto irritativos o alérgicos, urticaria física y la reagudización de patologías inflamatorias como la dermatitis atópica o la psoriasis.
Tanto lavado, no obstante, afecta de diferente manera según el tipo de piel y la edad. Los cambios involutivos durante la senectud se manifiestan también en la piel con una menor eficacia orgánica: mayor pérdida de agua transepidérmica, menor elasticidad, presencia de dilataciones vasculares y alteraciones pigmentarias. Este envejecimiento depende tanto de factores genéticos como ambientales (clima, radiación solar, contaminación, dieta, consumo de tóxicos, alteraciones del sueño, agentes utilizados en la higiene e hidratación).
Además, la presencia de patología cutánea previa hace que los agentes externos puedan reagudizarla. De ahí la importancia de ser conscientes de la necesidad de un cuidado saludable.
Rutinas para el cuidado de las manos
Los potenciales daños que genera el frecuente lavado de manos para prevenir la transmisión vírica se pueden atenuar si se siguen algunas rutinas. Se aconseja realizarlo con jabones que respeten el manto ácido de la piel o con aceites que preserven la barrera epidérmica. Posterior a la higiene, conviene aplicar cremas emolientes que minimizan el daño cutáneo colateral. Tampoco debe caer en el olvido el uso adecuado de fotoprotectores.
Cuando se utilicen geles hidroalcohólicos, estos han de ser libres de perfume para evitar sensibilizaciones o eccemas alérgicos de contacto.
Por otro lado, las especialistas disponen de una amplia variedad de activos que, formulados en dermocosméticos, ayudarán a mantener sana la piel y a tratar las patologías. Entre otras moléculas, destacan el ácido hialurónico, el D-panthenol, los ácidos grasos esenciales, la vitamina C, el ácido ferúlico, el ácido kójico, las fotoliasas, endo/exonucleasas, los factores de crecimiento, el DMAE y los retinoles.
Por otro lado, también se pueden utilizar fuentes de luz, como la luz pulsada intensa, para tratar las discromías y reactivar la formación de colágeno; o la hidratación en profundidad y la retexturización dérmica con mesoterapia.
Los corticoides, inmunomoduladores o derivados de la vitamina D se administran en el caso de presentar un eccema de contacto o una reagudización de patologías previas.