El aseguramiento privado ahorra al sistema vasco de salud 597 millones de euros cada año

Pese a las reticencias que a veces suscita, el sector sanitario privado resulta imprescindible para la sostenibilidad del sistema sanitario general contribuyendo en gran medida a la construcción de un sistema de salud más completo y eficiente, capaz de ofrecer mejores resultados a la ciudadanía. No solo realiza una importante aportación al PIB, a las arcas públicas y a la creación de empleo, sino que también favorece la accesibilidad y descongestión de la asistencia sanitaria pública, produce importantes ahorros a ésta, evita el incremento de la presión fiscal que si no existiera sería necesario aplicar a la prestación pública y favorece en gran medida el avance de la ciencia, la investigación y la tecnología gracias a la importante inversión que realiza.

Según datos de IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sociedad), España cuenta con 8,2 millones de asegurados directos, no mutualistas, y el gasto sanitario privado supera los 36.200 millones de euros (el 3,5% del PIB) cifrándose en 9.860 millones el ahorro que aporta al Sistema Nacional de Salud. En total cuentan con aseguramiento de salud privada más de 11 millones de personas, el 24% de la población.

En el caso del País Vasco, más de 446.380 personas (el 30,6% de la población) disponían en 2016 de seguro sanitario privado, ascendiendo el gasto a 2.297 millones de euros y el ahorro que su actividad supone cada año para la sanidad pública vasca un total de 597 millones de euros.

Dentro del mercado privado estatal, Euskadi representa el 5,2% del volumen de primas y cuenta con 24 hospitales y 2.309 camas, el 59% y el 29% del total respectivamente.

Ejerce, por otro lado, una importante actividad asistencial que resulta esencial para descongestionar la asistencia pública. Registra, de hecho, el 21,2% de las intervenciones quirúrgicas, el 17,5% de las altas, el 19% de las urgencias totales y el 8,2% de las consultas. Dispone, además, de una buena parte del equipamiento de alta tecnología (ej. 71% de los equipamientos de resonancia magnética, 60% de los PET o 60 de las litroticias por ondas de choque, entre otros).

Dentro de la sanidad privada vasca, IMQ ejerce un papel fundamental como aseguradora líder con más de 354.000 clientes. «IMQ fue pionero en la creación de un sistema de asistencia sanitaria en 1934, siendo la primera aseguradora privada del Estado, antes incluso de que existiera la sanidad pública. 84 años después nos enorgullece mantener nuestro liderazgo en el País Vasco gracias a la confianza de nuestros clientes», señala el consejero director general de Grupo IMQ, Miguel Ángel Lujua.

Este liderazgo se cimienta sobre una sólida infraestructura asistencial a través de la mayor red sanitaria de Euskadi, con la clínica IMQ Zorrotzaurre como buque insignia, y un cuadro médico de más de 1.762 profesionales que atienden más de un millón de consultas al año. Tiene, asimismo, concertadas a las principales clínicas privadas vascas y «fuera de Euskadi, gracias a nuestra alianza estratégica con SegurCaixa Adeslas, líder a nivel estatal, ponemos a disposición de nuestros clientes otros 40.000 profesionales y 1.150 centros, aportando también cobertura internacional», detalla Lujua.

Además del servicio integral que ofrece a una gran parte de la población vasca en el ámbito de la salud, la demanda sanitaria atendida por Grupo IMQ supone cada año un ahorro para la sanidad pública vasca de 233 millones de euros.

«En 2016 nuestra contribución al PIB vasco fue de 605 millones de euros y aportamos 86,3 millones de euros a las Haciendas vascas», explica también el consejero director general de IMQ. «Somos, además, no solo una compañía aseguradora, sino un grupo empresarial que participa en 56 empresas relacionadas con seguros, servicios sanitarios, socio-sanitarios, de bienestar y de prevención, generando 5.420 empleos entre directos e indirectos».

El compromiso de IMQ con la sociedad vasca se traslada también al mundo del deporte, donde IMQ es la aseguradora médica oficial de los principales equipos vascos de fútbol, baloncesto y remo. Un compromiso también presente a través de otras muy iniciativas sociales, culturales y solidarias.