La OMS ve cada vez más improbable otra gran ola de Covid-19

La Organización Mundial de la Salud (OMS) concedió ayer una de cal y otra de arena para España. La directora de Salud Pública de la institución internacional con sede en Ginebra, la española María Neira, aseguró que en las próximas semanas, el país entrará en una fase muy crítica de la pandemia, en la que será necesario observar de qué manera se comparte el virus con la recuperación de la actividad. Al mismo tiempo, anunció que la organización considera que es cada vez más improbable en España una segunda ola importante de covid-19, un zarpazo comparable al que se ha vivido esta primavera.

Las predicciones en epidemiología se fundamentan sobre dos realidades: la forma en que se ha comportado hasta la fecha la enfermedad y el modo en que lo han hecho con anterioridad los virus y bacterias de la misma familia que el causante de la epidemia. También influye, en buena lógica, el comportamiento de la población en lo referido a las normas de higiene que sirven para contener su avance, en este caso el cumplimiento de la distancia social, el uso de las mascarillas y el lavado de manos.

La gran incógnita es qué puede ocurrir pasado el verano con un virus como éste, que es nuevo y su evolución constituye una incógnita. La OMS, según detalló Neira, ha desarrollado modelos que avanzan probabilidades prácticamente de todo tipo. Los más optimistas defienden que el virus podría desaparecer con el verano. Hay también quienes apuntan a la posibilidad de que se dé un rebrote puntual, que son la mayoría, y quienes defienden que podría darse una ola muy importante. Esta última alternativa suscita, al parecer, cada vez menos adhesiones; y Neira tampoco la cree posible, porque, tal como dijo, «estamos cada vez mejor preparados en todos los ámbitos».

La experiencia acumulada durante todos estos meses y el debilitamiento del virus parecen apuntar a un rebrote menos virulento. «Hemos rebajado tanto la tasa de transmisión que el virus tendrá dificultades para sobrevivir». Eso, según matizó a continuación, no significa que la batalla esté vencida. Debemos tener mucha prudencia para afirmar si esto es el final de la ola». Lo que de momento muestran los datos es que «se ha evitado la transmisión y la explosión de las primeras semanas».

La directora de Salud Pública de la OMS pidió por ello «mucha prudencia y sentido común» en esta fase «muy crítica» de la desescalada. La población debe actuar con responsabilidad, pero no con «paranoia ni excesiva relajación». «Hay que aprender a convivir con las enfermedades infecciosas», lo que en el caso del Covid-19 implica utilizar siempre mascarilla en espacios cerrados y también en aquellas circunstancias en las que no va a poder guardarse la distancia de seguridad entre personas, de dos metros.