Gorroño, el alcalde que venció al virus

El alcalde de Gernika, José Mari Gorroño, ya sabe lo peligroso que es el conavirus. El regidor estuvo ingresado 21 días en el hospital de Galdakao tras dar positivo en coronavirus en marzo, cuando la pandemia comenzaba a hacerse fuerte en Euskadi. «Me siento un afortunado por poder volver con mi familia y, después de lo que he vivido, salgo fortalecido en valores morales y humanos», se sinceró nada más recibir el alta.

Gorroño, que ingresó el 27 de marzo por la noche con neumonía, relató a este periódico aquellos días de incertidumbre postrado en una cama del hospital: «Los primeros días fueron un auténtico infierno porque tenía mucha fiebre y apenas podía dormir. Una vez superado el proceso febril, llegó la inflamación de los pulmones y los problemas respiratorias que, por suerte, y gracias al gran trabajo de los servicios médicos, han ido remitiendo. Nunca olvidaré lo que los profesionales sanitarios han hecho por mí».

Máxima precaución

Gorroño, que abandonó el hospital visiblemente afectado con seis kilos de menos, tuvo que seguir unas pautas concretas durante los quince días siguientes al alta médica para completar su recuperación. Ya en aquel momento lanzó un mensaje claro a la ciudadanía después de vencer al Covid-19. «Hay que seguir al pie de la letra las indicaciones de las instituciones y de Osakidetza para frenar los contagios. Si algo tengo claro es que no me gustaría que nadie pasase por lo que me ha tocado pasar a mí. Hay que ser cautos porque no sabes dónde te puedes contagiar. En mi caso, pese a extremar al máximo las precauciones, sucedió». Un mensaje que, visto lo visto, no caló demasiado en la ciudadanía.