El Gobierno vasco recula y convierte en recomendación la prohibición de agruparse más de 10 personas

Las agrupaciones más numerosas «no deben producirse en otros ámbitos», insistieron desde el Departamento. Aunque en la practica, no quedaron prohibidas porque establecer este límite en un texto jurídico supondría penetrar en arenas movedizas. El derecho de reunión es constitucional. Y jurídicamente, es inviable « interferir en la vida privada de los ciudadanos». La intención, aseguraron fuentes de Salud, es que quede claro que hay que limitar los encuentros sociales. Que no es el momento de realizar barbacoas con 25 amigos, porque la situación es crítica.

De hecho, este miércoles se redujo a un máximo de 60 el número de asistentes en zonas comunes de hoteles y establecimientos turísticos, en el interior de los locales de hostelería y comedores de los restaurantes- un aspecto que también anunció Tapia, pero que unas horas después fue desmentido-. Los cines, teatros, circos y palacios de congresos o equipamientos deportivos deberán respetar un aforo máximo del 60% en cada sala con un máximo de 600 personas. Al aire libre, el Gobierno vasco permitirá la celebración de espectáculos artísticos y deportivos con hasta 1.000 personas, siempre que se respete la distancia de seguridad y los asistentes lleven mascarilla. Pero no habrá fiestas. Las romerías, exhibiciones de música o baile en espacios abiertos y otros eventos populares, como kalejiras, quedan aparcados. Para frenar los contagios allí donde más se han producido: establecimientos de hostelería y reuniones juveniles, con y sin alcohol de por medio, se decretaron otras medidas ya anunciadas: todos los locales del Grupo III, como las discotecas, ya han tenido que cerrar y el resto deben bajar la persiana a la una. Como en la desescalada, ya no se podrá consumir de pie. Habrá que beber sentado.

Y tampoco se puede ya fumar si no hay una distancia de al menos dos metros con otra persona. Las lonjas juveniles permanecen vacías y el botellón «será considerado como situación de insalubridad» por la Ley de Espectáculos Públicos. «Se reforzarán los controles», dicta la orden. La Ertzaintza y las Policías Locales levantarán las actas y el Departamento de Seguridad y los ayuntamientos tramitarán las sanciones. Las infracciones leves se castigan con hasta 1.200 euros.

Como la orden no incluye un apartado sancionador, las multas que se interpongan por incumplir los otros preceptos dictados este miércoles por la consejera Murga se ajustarán al previsto por otras leyes. No portar mascarilla, por ejemplo, es sancionable en base al Real Decreto del pasado 9 de junio con 100 euros. Hay que llevarla en todo momento. Desde este miércoles se prohíbe comer en los trayectos en transporte público de menos de dos horas para no tener que quitársela. Solo se puede prescindir de ella al dar un trago o llevarse el cigarrillo a la boca: el resto del tiempo hay que portarla. Incumplir el resto de órdenes podrá ser sancionado en base a La Ley de Salud Pública o la Ley de Ordenación Sanitaria de Euskadi. El Departamento que lidera Murga tramitará los expedientes.

La Asociación de Hostelería de Bizkaia juzgó este miércoles de «impresentable» la actitud de la consejera. El gerente, Héctor Sánchez, cree una desmesura el «cierre total de todo el ocio nocturno». Los empresarios del ramo tildaron de «insólito» que las medidas entrasen en vigor este miércoles mismos. «No nos han dado ni horas para que el sector se reorganice y planifique los reajustes de plantilla» .