Euskadi prohíbe consumir de pie en los bares y echa la persiana a la una de la madrugada
El Gobierno vasco anuncia que no se permiten las reuniones de más de 10 personas y adopta medidas que no se veían desde la fase 1 para intentar contener el virus
david guadilla
Martes, 18 de agosto 2020
Sin ocio nocturno, reuniones con un límite máximo de diez personas, más distancia social en los establecimientos hosteleros, consumición solo cuando se pueda estar sentado y transporte público hasta la 01.30 de la madrugada. Euskadi da un paso atrás para intentar frenar la «nueva onda epidémica» que está golpeando la comunidad desde mediados de julio. «El virus sigue aquí y continuará ganando terreno si no cambiamos algunos hábitos», argumentó ayer Nekane Murga en una comparecencia en la que no ocultó su preocupación a pesar de que durante los dos últimos días la cifra de contagios se ha reducido de forma significativa. El problema es que no es «una tendencia», solo son «dientes de sierra». Euskadi «continúa inmersa en una fase ascendente» en lo que se refiere a la propagación del Covid-19.
Para entender en qué punto está la epidemia basta comparar un par de datos. Las reuniones con un límite de diez personas eran las que estaban fijadas en la fase 1, a mediados de mayo. Solo en el siguiente nivel fue cuando se aceptaron los encuentros de 15 personas. En el cónclave que mantuvieron los diferentes consejeros autonómicos con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el pasado viernes para fijar un criterio común, lo de restringir las citas a diez personas era solo una recomendación. Era un suelo mínimo. Y el Gobierno vasco ha optado por subir un peldaño más dada la situación que se vive en Euskadi. «Las agrupaciones de muchas personas hacen que el virus de propague de forma más rápida».
Más de lo mismo con las consumiciones en bares y restaurantes. Desde que a mediados de junio entró en vigor la fase 3 se podía beber o comer de pie, eso sí, manteniendo la correspondiente distancia de seguridad. Esa opción desaparece. En cuanto entre en vigor de forma oficial esta nueva normativa -algo que sucederá previsiblemente hoy o mañana-, solo se podrá tomar algo si se está sentado. Ya sea en barra o mesa. Y con más distancia social. La separación de 1,5 metros no se calculará teniendo en cuenta las mesas, sino la distancia entre los grupos o clientes. Es decir, entre espalda y espalda, algo que puede hacer todavía más insostenible la situación de muchos negocios hosteleros, sobre todo de los más pequeños.
Y es que las recomendaciones lanzadas durante las últimas semanas por el Gobierno vasco a la ciudadanía para que limitase sus contactos sociales parece que han caído en saco roto. De hecho, el Ejecutivo volvió a apelar ayer a la «responsabilidad» individual, pero también recalcó que la orden que regulará todas las restricciones llevará incorporado un «régimen sancionador» que aplicarán la Ertzaintza y las Policías Locales. La sensación de que existe una cierta laxitud social se refleja en otra de las medidas que incorpora el Gobierno: el uso «obligatorio y correcto» de la mascarilla, que recuerda el Ejecutivo, «deberá cubrir desde parte del tabique nasal hasta el mentón, incluido».
La titular de Salud compareció tras la reunión del comité asesor presidido por Iñigo Urkullu acompañada por Arantxa Tapia y Cristina Uriarte. Fue la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras la encargada de desgranar las medidas «restrictivas» que tienen como base el acuerdo alcanzado con Illa y están amparadas por la emergencia sanitaria que decretó Iñigo Urkullu el pasado sábado.
Como estaba previsto, los grandes damnificados serán el ocio nocturno y la hostelería. En plena temporada veraniega, los locales tendrán que cerrar a la 1.00 de la madrugada y no podrán aceptar más clientes o expedir bebidas desde medianoche. ¿El motivo? Es uno de los principales focos de los rebrotes, según los responsables sanitarios. El ambiente cerrado y la constatación de que la ciudadanía se relaja más de lo debido a la hora de usar la mascarilla y mantener la distancia social a determinadas horas ha terminado por convencer a las autoridades de que había que tomar medidas más restrictivas con un objetivo claro: «Vamos a evitar acumulaciones de personas». También se prohíbe forma expresa el botellón y la actividad en lonjas juveniles.
Medidas «quirúrgicas»
La limitación de grupos de 10 personas será casi general. También se extenderá a txokos y sociedades gastronómicas. Pero en velatorios y entierros se establece un límite de 30 personas. En las bodas, muchas de las cuales se están celebrando estas semanas tras ser aplazadas en primavera, se mantendrá la normativa actual.
«Las agrupaciones de muchas personas, jóvenes y mayores, hacen que el virus se propague de forma más rápida»
Arantxa Tapia | Consejera de Desarrollo Económico
«La realidad epidemiológica presenta ahora algunos rasgos que nos preocupan. Por ejemplo, los ingresos hospitalarios»
Nekane Murga | Consejera de Salud
Para fumar se tendrá que dejar una distancia de dos metros y los transportes públicos realizarán sus últimos trayectos a la 1.30 para recoger a los usuarios y trabajadores de los locales de ocio. Los taxis quedan a salvo de estas limitaciones. Con el calor acechando, el aforo de las piscinas se reduce al 60%.
Y esto puede ser solo el principio. Las responsables del Gobierno vasco recordaron que las medidas se revisarán semanalmente y que también se pueden adoptar otras iniciativas excepcionales o «quirúrgicas» en algunos casos. Y eso puede incluir toques de queda o confinamientos parciales de barrios o localidades.
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