La fruta que ayuda a estabilizar el azúcar, reduce el riesgo de infarto y es antiinflamatoria
Esta variedad ofrece también un bajo aporte calórico y es una importante fuente de vitamina C
Incluir fruta en la alimentación es imprescindible. Todas son saludables, pero existen algunas bajas en azúcar que resultan la mejor opción para quienes desean mantener niveles estables de glucosa. Algunas variedades destacan, además de por su bajo índice glucémico, por su capacidad antioxidante y antiinflamatoria.
Se trata de las fresas, una fruta que también contribuye a prevenir la anemia y mejorar la salud cardiovascular gracias a su alto contenido de antocianinas, ese pigmento que les da el color rojo tan característico y que además tienen efecto antioxidante. Un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard en el que participaron más de 93.000 mujeres reveló que aquellas que consumían fresas y arándanos al menos tres veces por semana tenían un menor riesgo de infarto.
Entre otras cosas, según destaca la Fundación Española del Corazón, las fresas destacan por su contenido en hierro y ácido fólico, fundamentales para la producción de glóbulos rojos. Así, esta fruta ofrece un bajo aporte calórico y es una importante fuente de vitamina C. Los expertos indican que, para aquellas personas que sufran de inflamación, esta fruta es una de las mejores aliadas por sus propiedades antiinflamatorias. Según un estudio, los antioxidantes presentes en las fresas pueden prevenir tanto enfermedades inflamatorias como patologías cardiovasculares o metabólicas.
Noticias relacionadas
Alivian los dolores menstruales
Por otro lado, un reciente estudio clínico desarrollado por la Universidad de Huelva (UHU), liderado por Elia Fernández Martínez, matrona e investigadora del Departamento de Enfermería, ha arrojado unos datos que apuntan a que el consumo diario de fresas frescas podría ser un alivio eficaz para el dolor menstrual crónico en mujeres jóvenes de entre 18 y 35 años.
Las participantes consumieron 250 gramos diarios de fresas durante un mes sin modificar su estilo de vida habitual. Tras el tiempo establecido, la intensidad del dolor menstrual de las mujeres que han formado parte del ensayo se redujo de 7,59 a 5,68 puntos en la escala EVA (de 0 a 10), «lo que constituye una disminución significativa y estadísticamente relevante», subrayan los autores de la investigación.
- Temas
- salud
- Alimentación
- Audiencias
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.