Preocupación por el riesgo de que las fiestas de Selectividad generen nuevos brotes
El pasado año las celebraciones de los estudiantes tras los exámenes causaron importantes focos en Ermua, Eibar o Zarautz
La tendencia a la baja de la pandemia se ha consolidado en Euskadi. La incidencia acumulada está en 180 puntos, niveles que no se veían ... desde la segunda semana del pasado agosto, hace ahora 10 meses, y en los próximos seguirá bajando, según avanza el índice R0. Pero entre los facultativos que trabajan en las unidades Covid hay un hecho que preocupa. Hace justo un año, cuando la pandemia parecía controlada, empezaron a aparecer diferentes brotes entre la gente joven que reactivó la circulación del virus. Entre los primeros grandes focos hubo varios ligados a fiestas celebradas tras el fin de Selectividad. Ocurrió en Ermua, en Eibar y también en Zarautz.
Los facultativos consultados por este diario señalan que el que tenemos por delante es un «fin de semana de riesgo». Buena parte de los 12.700 alumnos que han completado la Evaluación de Acceso a la Universidad (EAU) van a salir a celebrarlo. Las fiestas de los jóvenes estudiantes se van a suceder por toda la geografía vasca. Es lógico que festejen el fin de una etapa académica. El riesgo está en la relajación. Es por ello que expertos como la microbióloga Miren Basaras dan por hecho que se van a producir brotes ligados a estos encuentros.
«Euskadi está entre las comunidades con un nivel de transmisión más alto, por lo que es muy probable que en esos grupos haya asintomáticos y se puedan producir infecciones. Es previsible que estas fiestas puedan generar un aumento de los contagios en algunas zonas. Aunque no deberían reflejarse en una gran subida de la incidencia acumulada, lo que sí puede provocar es un parón en el descenso de la curva», augura esta profesora de la UPV/EHU. «No es deseable que se ralentice la bajada porque cuanto antes descienda antes se rebajarán las medidas de contención», añade. En la hostelería se mantienen aún vigentes varias limitaciones horarias hasta medianoche o el número máximo de cuatro comensales por mesa.
Desde el Departamento de Salud señalan sobre esta cuestión que «la pandemia nos ha enseñado que es impredecible. No sabemos el comportamiento que va a tener y adivinar qué ocurrirá dentro de una semana. Lo que sí está demostrado es que los contagios se dan en aquellos lugares en los que más se socializa y donde no se mantienen las medidas básicas de prevención». Por eso insisten en que, aunque «los principales indicadores muestran una evolución decreciente, la pandemia no ha acabado y por ello sigue siendo necesario seguir manteniendo las medidas de seguridad», reiteran fuentes de Salud.
El Colegio de Médicos de Bizkaia se expresa en una línea similar. La entidad apela a la «responsabilidad», pide a la población que «no baje la guardia». Su consejo es «limitar al máximo las concentraciones de personas que pueden favorecer los contagios, en especial en ambientes festivos que son de mayor riesgo».
174 ingresos UCI en un mes
La gran diferencia de hoy respecto a hace un año es que el grueso de la población vulnerable está protegida por la vacuna. Por encima de los 70 años la práctica totalidad de los vascos han recibido la pauta completa y entre los de 50 a 69 años la mayoría cuentan con una dosis. La profilaxis va a actuar como barrera para el virus. Los brotes que se produzcan deberían tener un recorrido limitado entre chavales y adultos jóvenes, que son los que aún no están vacunados. Osakidetza ha comenzado a pinchar esta misma semana a menores de 49 años. Hasta finales de mes o principios del que viene no está previsto que avance con el siguiente grupo, el de los treintañeros. «Lo bueno de la vacunación es que estamos viendo que los casos graves y las muertes van claramente a menos según avanza la campaña», destaca Basaras.
Pero la microbióloga tiene también un mensaje de prudencia para aquellos chavales que han acabado la Selectividad y para los jóvenes que participen en estas y otras fiestas. «El virus sigue estando ahí. Aunque los jóvenes, por lo general, no suelen presentar problemas de salud cuando se infectan, siempre hay alguno al que se le complica, tiene que ingresar y acaba con secuelas».
Según los datos publicados por Salud, de las 213 personas ingresadas la pasada semana en Euskadi por coronavirus 46, el 21,6%, tenía 39 años o menos. Y de ellas 10 no habían rebasado los 18 años. En las UCI también se aprecia un descenso de la edad media del paciente. Según ha podido saber este diario, desde el fin del estado de alarma han ingresado en estado crítico en estas unidades en Euskadi 174 personas.
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