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Piscinas y playas son, de momento, los únicos espacios autorizados sin mascarilla, pero solo para bañarse y tomar el sol. efe

La fecha de quitarse la mascarilla en la calle divide a los expertos

Unos abogan por hacerlo ya mismo, otros ven más prudente la segunda quincena de junio y hay quienes la ligan a la inmunidad de grupo

Lunes, 24 de mayo 2021

Los vascos quieren comenzar a quitarse la mascarilla, pero de momento tendrán que esperar. Las autoridades sanitarias de Euskadi dicen que aún no ha ... llegado ese momento y que lo hará sólo cuando la tasa de contagios por 100.000 habitantes en catorce días baje de 60 o incluso menos. ¿Cuándo ocurrirá eso? La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha vinculado cualquier relajación en este sentido a la inmunización de una parte sustancial de la sociedad. «Todavía es pronto para pensar en quitarse la mascarilla», declaró recientemente. Los expertos en microbios y epidemias están divididos. Algunos consideran que hoy mismo sería un buen día para comenzar a dejar que el aire golpeara de nuevo en nuestras mejillas. Otros, más conservadores, apuestan por la seguridad y esperar a la inmunidad de grupo, es decir, a que el 70% de la población esté ya vacunada.

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El debate lo provocó el pasado lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) al dejar caer que el uso de la protección buconasal podría comenzar a relajarse «en no muchos días». Fernando Simón planteó dejar de utilizarla en exteriores, siempre que se dieran dos circunstancias. Una, que ese índice que habla de la evolución de la epidemia en la última quincena situara la incidencia acumulada por debajo de los 150 casos; y la otra, que la medida pudiera impulsarse si no en todas, sí al menos en la mayoría de las comunidades autónomas.

«Hace falta llegar al 70% de población vacunada; la mascarilla es prevención, pero se está utilizando como símbolo de libertad»

Daniel López-Acuña | Epidemiólogo

«El problema no está en la calle, sino en el portal. Al aire libre, con distancia de seguridad, se puede vivir sin mascarilla»

Ugo Mayor | Biólogo Ikerbasque UPV-EHU

Educación para la prevención

El biólogo Ugo Mayor, coordinador del desarrollo de un protocolo pionero en marzo de 2020 para la detección del SARS-Cov-2, considera que el momento de quitarse la mascarilla en exteriores ya ha llegado. Es hoy mismo. Lo cree así porque, según dice, está demostrado que el coronavirus se transmite por aerosoles y no tanto por contacto, como se creía al principio. Por eso, carece de sentido a su entender que la gente tenga que ir por la calle o el monte con la nariz y la boca tapadas.

«El problema no es la calle, es el portal, el ascensor», identifica el experto, investigador de Ikerbasque en el departamento de Bioquímica de la UPV/EHU. Lo lógico, a su entender, es que se levantase la obligatoriedad de llevar mascarillas al aire libre, siempre que se mantenga la distancia de seguridad, y se obligara al uso de una mayor protección, del tipo ffp2, en los espacios cerrados o mal ventilados. «Más que a los datos fríos, el Gobierno debería dedicar cada día 5 minutos a explicar cómo se contagia el Covid-19», defiende.

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El exconsejero vasco de Sanidad y experto en sistemas de Salud Rafael Bengoa, considera que la segunda quincena de junio, en función de cómo evolucione la pandemia, podría ser «el momento de levantar restricciones», como la mascarilla en la calle. Siempre y cuando, como condición sine qua non, que exista una potente red de testeo, identificación de casos y aislamiento, que permita detectar rápidamente un brote y controlarlo. Un 50% de población vacunada, a la que se sumaría el grupo de ciudadanos con inmunidad natural, garantizaría la seguridad de la medida, según el exdirectivo de la OMS.

«A finales de junio podríamos andar por la calle sin ella, pero llevando siempre una en el bolsillo para los espacios cerrados»

Rafael Bengoa | Experto en Sistemas de Salud

«Estaremos más seguros cuando la mitad de la población esté vacunada y la tasa de contagios por 100.000 no llegue a 50»

Guillermo Quindós | Microbiólogo UPV-EHU

Dos condiciones

El epidemiólogo Daniel López-Acuña, también exdirector de la OMS, se muestra más cauto. «Plantearse algo así, hoy, en una comunidad con una incidencia como la del País Vasco es una locura total», defiende. A su juicio, la protección antivirus no debe quitarse «ni siquiera en la calle», hasta que no se llegue al 70% de cobertura vacunal, la que garantizaría la inmunidad de grupo. Finales de agosto. «Se está haciendo un discurso muy imprudente con la mascarilla, como si fuera un símbolo de libertad. Lamentablemente se está utilizando políticamente algo que es una medida de prevención», critica.

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El microbiólogo de la UPV/EHU Guillermo Quindós pone dos condiciones para la retirada de la mascarilla, que sitúan ese momento quizás más en julio. La primera, que la famosa tasa de contagios por 100.000 habitantes baje hasta los 50 casos en catorce días; y la otra, que la vacunación haya protegido, al menos, a la mitad de la población. Ahora bien, matiza, en la calle, la medida podría comenzar a relajarse. «Hay estudios que dicen que el contagio en exteriores es nulo», recuerda.

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