El otro efecto de dormir mal: las enfermedades mentales

El dato lo ha puesto sobre el tapete el neumólogo vasco Carlos Egea, coordinador sanitario de la Alianza y presidente de la Federación Española de Sociedades de Higiene del Sueño. El experto, Jefe de la Unidad Funcional de sueño del hospital Araba, ha defendido en su intervención ante la comisión de Sanidad la necesidad de impulsar medidas legislativas que favorezcan un sueño reparador en la población. El mal dormir, recordó, afecta a la salud mental y en todos los ámbitos de la esfera pública, especialmente el trabajo, la familia y las relaciones sociales.

España, ha advertido además, es líder mundial en el consumo de somníferos, un tipo de fármacos que ayudan a conciliar el sueño, pero que –«si no se toman bien»– pueden resultar muy perjudiciales para la salud. «Son medicamentos que favorecen el deterioro cerebral y sabemos que su consumo durante más de 160 días en un año puede condicionar una pérdida de esperanza de vida», ha explicado Egea a EL CORREO momentos antes de entrar en el Parlamento. «Sé que es un dato que puede asustar un poco, pero es ciencia», ha insistido. «Sabemos que sucede así porque se ha demostrado por el método científico».

Enfermedad mental y sueño van de la mano, porque cada una de ellas, según ha recordado, favorece la aparición de la otra. «Son necesarias legislaciones que regulen todo lo referente a la medicina del sueño. Desde los estudios académicos hasta las prestaciones que se brindan desde los servicios sanitarios, desde las condiciones laborales a los horarios nocturnos y el GMT». Esas tres iniciales conforman las siglas en inglés del Horario del Meridiano de Greenwich (Reino Unido), una iniciativa que lleva años de debate y que implica la adaptación del horario español al que le corresponde por su geoposición.

El horario actual de España se corresponde con el de los territorios ocupados por la Alemania nazi en 1940 y fue impuesto ese año en un gesto de la naciente dictadura de Franco por simpatizar con el Gobierno fascista de Hitler. «Como Alianza, estamos a disposición de sus señorías para ayudarles a legislar lo que sea necesario y poner la primera piedra de un país que fundamente su bienestar en el respeto al sueño de sus ciudadanos», ha dicho Egea.

Los problemas de sueño no son exclusivos de la población adulta. La Sociedad Española de Neurología (SEN) también ha recordado este jueves que un 25% de los niños y adolescentes, los menores de 14 años, tampoco tiene un sueño de calidad. Los trastornos provocados por la falta de un descanso reparador afectan al conjunto de la población y de ellos ha comenzado a hablarse hoy porque mañana, tercer viernes de marzo, se conmemora el Día Mundial del Sueño.

«Conseguir un sueño reparador no depende sólo de una mayor educación y concienciación de los hábitos saludables», ha afirmado la neuróloga Ana Fernández Arcos, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la organización. «Existen impedimentos en gran parte de la población, principalmente por la necesidades laborales, sociales y de estilo de vida, que restan horas al descanso nocturno. Por debajo de las siete horas –ha destacado la especialista– resulta inadecuado para un adulto».