Los casos en los que Osakidetza ya suministra cannabis a los pacientes vascos
El Gobierno acaba de abrir la puerta a usarlos también para combatir los efectos de la 'quimio' y el dolor crónica, pero no serán la primera opción
El Ministerio de Sanidad ha publicado esta semana el borrador del real decreto que regulará el uso del cannabis con fines sanitarios para determinados casos ... y pacientes. El paso es importante por lo que supone para reforzar el arsenal farmacológico disponible en el Sistema Nacional de Salud, pero no es el primero en este sentido. Existe ya autorización para emplear algunos componentes de la planta de la marihuana con finalidad sanitaria. De hecho Osakidetza emplea ya dos fármacos específicos que contienen cannabidiol, uno de los principios activos que se encuentra en el cannabis y que, procesado adecuadamente, puede tener uso médico.
Estos dos preparados son Sativex y Epidyolex. El primero está dirigido a pacientes con esclerosis múltiple que sufren espasticidad. Se presenta a través de espamos que provocan la contracción permanente de los músculos, lo que genera rigidez y afecta a los movimientos y alguna funciones corporales. La segunda referencia se emplea con personas que sufren formas graves de epilepsia refractaria y que por esta patología tienen una calidad de vida reducida, además de un mayor riesgo de muerte prematura y posibilidades de sufrir traumatismos o alteraciones psicosociales.
Según indican fuentes del Departamento de Salud, son los médicos especialistas de Osakidetza que atienden a estos pacientes quienes, «tras realizar un diagnóstico personalizado y valorar los beneficios reales en cada caso, ya prescriben estos fármacos específicos que contienen cannabidiol».
Precisamente las dos patologías para las que el Servicio Vasco de Salud indica a día de hoy medicamentos derivados del cannabis forman parte del reducido grupo de afecciones para las que el Ministerio de Sanidad tiene previsto autorizar el uso de nuevos fármacos desarrollados a partir de esta planta. Las otras dos patologías son quizá las más conocidas y para las que mayor demanda de estos principios existía desde hace años: las náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia en pacientes con cáncer y el dolor crónico refractario que no se alivia con los tratamientos habituales.
No serán la primera opción terapéutica
El borrador del real decreto publicado por Sanidad permanecerá en exposición pública hasta el 21 de octubre, para que el resto de administraciones, organizaciones y particulares puedan presentar las sugerencias y aportaciones que estimen oportunas.
El texto establece que los preparados derivados del marihuana no serán la primera opción terapéutica. Los especialistas que tratan las patologías señaladas podrán valorar su utilización en aquellos pacientes a los que los otros medicamentos para su enfermedad no les hagan efecto.
Otra de las singularidades es que estos fármacos se elaborarán en las unidades de farmacia de los hospitales. Allí llegarán directamente los estratos cannabis obtenidos en laboratorios autorizados para el cultivo y tratamiento de estas plantas. Con esos elementos elaborarán fórmulas magistrales en las farmacias hospitalarias. Cada preparado estará destinado a un paciente específico, solo los podrán indicar médicos especialistas en las patologías para las que están autorizadas y se elaborarán y dispensarán solo en los hospitales.
Este último aspecto no ha gustado dentro del sector farmacéutico y es una de las cuestiones sobre la que presentarán alegaciones. «La mayoría de personas que pueden necesitar esos medicamentos en el futuro están en sus casas, no ingresados. Hacerles desplazarse hasta un hospital para poder obtener estos medicamentos supone una molestia para estos enfermos», sostiene Juan del Arco, presidente de la sección de Farmacia de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao. Del Arco asegura que existen farmacias comunitarias «con grandes laboratorios que fabrican fórmulas magistrales tanto para ellas como para otras farmacias, incluso hospitalarias» y que sería beneficioso para el paciente que el ministerio no fuese tan restrictivo en este sentido y poder disponer de estos medicamentos en boticas de su lugar de residencia.
«Más de 700 sustancias químicas»
El experto recuerda que el cáñamo estuvo durante muchos años en la farmacopea española y europea. «Por su toxicidad y su utilización como droga recreativa de abuso se eliminó, pero siempre ha tenido componentes con actividad terapéutica». Del Arco explica que el cannabis contienen «más de 700 sustancias químicas, de las que más de un centenar son cannabinoides». El THC, el principal componente psicoactivo de la planta, es solo uno de ellos.
Para la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao el paso que ha dado del Ministerio de Sanidad para comenzar a legalizar el uso sanitario del cannabis de una forma más amplia que la que había hasta ahora «es importante, pero es aún un paso tímido». «Llevamos décadas de retraso en este campo por miedo», señala Del Arco. Hasta el punto de que «hace 30 años disponer de medicamentos de cannabis habría sido muy importante para los enfermos con náuseas o vómitos por la quimioterapia. Ahora, por suerte para ellos, cuentan con otros fármacos para esas patologías que se han desarrollado durante estos años», detalla.
En cuanto a la forma de consumo de estos medicamentos elaborados a partir de marihuana, el experto sostiene que presumiblemente será por vía oral, bien a través de cápsulas o jarabes. Podría administrarse también en spray o por medio de inhaladores. Lo que descarta por completo Del Arco es que se fume, la forma más habitual para consumir marihuana, porque esta práctica «es mala para la salud y no sería un uso terapéutico razonable».
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