El aviso del psiquiatra Alejandro Martínez: «Lo del Orfidal para dormir en nuestro país es tremendo»
El experto advierte sobre el abuso de estos fármacos, que la OMS recomienda no tomar «bajo ningún concepto» durante más de dos meses seguidos
El psiquiatra Alejandro Martínez, que a menudo comparte en sus redes consejos de salud, ha querido exponer ante sus más de 230.000 seguidores una situación que le preocupa: el tan normalizado uso de fármacos para conciliar el sueño. «Lo del Orfidal para dormir en nuestro país es tremendo», comienza explicando en sus historias de Instagram.
«Estaba en la cola de la carnicería y había dos personas de unos 60 años diciendo que el médico le ha mandado a su marido Orfidal, que ella lleva 10 años tomándolo y le va genial», detalla. «Y es que el otro día tuve una comida y 6 de las 15 personas que había tomaban alguna medicina para dormir», añade sorprendido. «La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no tomarla bajo ningún concepto durante más de dos meses seguidos», puntualiza y explica que existen alternativas «más eficientes». «No todo pasa por dormir con pastillas. Si alguien se encuentra en esta situación, que pida ayuda», concluye.
Con la intención de aportar más datos, el experto ha añadido una publicación en la que enumera los motivos por los que no es aconsejable utilizar este tipo de medicamentos durante mucho tiempo para dormir. En primer lugar, «alteran la arquitectura del sueño. Duermes 'sedado' pero no descansas igual», cuenta. Además, generan tolerancia «y cada vez necesitas más para obtener el mismo efecto». Por lo tanto, «provocan dependencia y adicción y si las dejas de golpe, ansiedad e insomnio».
Tras estos videos, el psiquiatra ha recibido decenas de mensajes de quienes le siguen en redes «diciendo que lleváis 10, 15, 20 años tomando benzodiacepinas, loracepam, alprazolam, lexatin... y que si son lo mismo», cuenta. «Sí, todo es exactamente lo mismo», responde. Otra de las preguntas que le han formulado es que si el consumo de estos medicamentos puede generar deterioro cognitivo. «Sí. El uso prolongado y en dosis elevadas está realcionado con enfermedades neurodegenerativas», indica.