La acusada, de espaldas, al inicio del juicio. IGNACIO PÉREZ

«Me ocultaba la zona del brazo donde le pinchaba a mi hija para que no viese cómo la vacunaba»

Comienza en la Audiencia provincial el juicio contra la enfermera acusada de simular que inmunizó a 404 niños en Santurtzi

Lunes, 15 de septiembre 2025

El juicio contra la enfermera que simuló vacunar supuestamente a 404 niños de Kabiezes, pero que no les llegó a administrar los sueros, comenzó ayer ... en la Audiencia provincial de Bizkaia. Lo hizo con el testimonio de varios padres y madres. La acusada, con cuya declaración estaba prevista la apertura de la sesión, solicitó ser la última en testificar. Lo hará una vez hayan comparecido esta semana las 70 personas citadas en la causa.

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El relato de los progenitores que declararon ayer ante los tres jueces de la Audiencia coincidía al describir las vacunaciones que la enfermera M. I. R. M. realizó a sus hijos. Les pinchó «muy rápido», con una velocidad mayor a la empleada por otros sanitarios a la hora de inyectar los sueros a estos mismos niños o a sus hermanos. Después la procesada arrojaba de forma precipitada las inyecciones a la basura, según el relato de estas madres, una de ellas enfermera de profesión.

Otra de las testigos afirmó que la procesada «me ocultó un poco la zona del brazo donde le iba a pinchar a mi hija para que no viese si la vacunaba, algo que me pareció raro porque la enfermera que atendió a su hermano mayor no hacía eso». Mientras, otra de las madres sostuvo que a su hija, que en el momento de los hechos tenía 6 años y era muy aprensiva, la procesada le dio una campanita para que la hiciese sonar en el momento del pinchazo. «Le dijo que era de un hada mágica y que le pidiese al hada que la protegiese», relató.

Hasta 17 años de cárcel

Todos los padres y madres que testificaron ayer garantizaron también que ninguno de sus hijos «tuvo malestar, fiebre o se les puso morada la zona del pinchazo» tras aquellas inyecciones aplicadas por la procesada. Sin embargo, cuando les vacunaban otros sanitarios sí sufrían efectos secundarios leves propios de las profilaxis.

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Salud puso en marcha una investigación en otoño de 2022 tras recibir las denuncias de varias familias que sospechaban que sus hijos no habían recibido realmente los sueros previstos en el calendario. Osakidetza realizó entonces un análisis serológico a una parte del cupo de pacientes de la sanitaria. Los resultados determinaron que la mayoría no tenía los niveles de anticuerpos correspondientes a los preparados que debían haber recibido. Por ello fueron vacunados de nuevo.

La Fiscalía, Osakidetza y el Colegio de Enfermería piden para la acusada 7,5 años de cárcel al considerarla autora de un delito de daños y de otro de falsedad documental. La procesada registró en la historia clínica de los críos la recepción de los sueros que supuestamente no les llegó a inocular. La acusación particular, que representa a 42 familias, eleva su petición a entre 12 y 17 años de cárcel. La imputada no ha vuelto a ejercer en Osakidetza.

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