21 ambulatorios vascos reducen a la mitad el uso de fármacos para la bronquiolitis de bebés

Miles de bebés –hasta 6.000 el año pasado en Euskadi– sufren bronquiolitis. Esta infección que afecta a las vías respiratorias menores, los bronquiolos, es la causa de una epidemia anual que va de octubre a marzo y que alcanza el pico máximo de incidencia en diciembre y enero. De momento no hay vacuna para prevenir la enfermedad que, por estar provocada por un virus –el respiratorio sincitial (VRS)–, «no debe abordarse con antibióticos».

El hecho de que afecte a niños muy pequeños –la mayoría de cero a dos años– y que implique problemas para respirar supone en muchas ocasciones para los padres un estado de angustia, de modo que lo normal es que pidan medicación. Sin embargo, «desde hace años existe un consenso internacional respecto a que no hay tratamiento alguno», explica la pediatra Marta Montejo, que ejerce en el centro de salud de Rontegi, en Bizkaia.

Esta especialista lidera un grupo de profesionales de las organizaciones sanitarias de Barakaldo-Sestao y Margen Izquierda-Encartaciones. Desde hace más de tres años, el equipo lleva a cabo un plan para reducir la administración de medicamentos. El resultado ha sido espectacular. «El invierno pasado recetamos la mitad de broncodilatadores, antibióticos y corticoides», resalta Marta Montejo.

La pediatra habla en plural porque en esta iniciativa participan otros 40 facultativos de 21 centros de salud, así como de las urgencias, tanto de atención primaria como de los hospitales. La alternativa a los fármacos consiste en seguir las recomendaciones de unas guías de práctica clínica, a fin de tratar los síntomas de la dolencia para conseguir el bienestar del bebé.

Entre las medidas más importates figura «aliviar la obstrucción de la nariz y facilitar la alimentación». Para ello, se recomiendan lavados nasales cuando al niño le cuesta respirar y, en especial, antes de las tomas y de dormir. El plan incluye consejos a los padres para realizar esta tarea. Otra pauta es la aspiración de mocos si, a pesar del lavado, persiste la sensación de que le sigue costando respirar y comer. Asimismo, se recomienda que el bebé se mantenga semi-incorporado.

En el caso de que coma menos de lo habitual, «lo oportuno es ofrecer tomas más pequeñas y repetidas y líquidos más frecuentemente». Si aparece la fiebre, se puede tratar con paracetamol o ibuprofeno, según la edad y siguiendo las indicaciones del pediatra. La guía de manejo de la bronquiolitis añade que «no están indicados los antibióticos, medicamentos para la tos ni gotas o sprays para la nariz que se pueden comprar en farmacias». Tampoco «hay que dar golpes ni masajes en el pecho».

Al igual que ocurre con la gripe, la incidencia de la bronquiolitis no es idéntica cada temporada. Pero cada año acude puntual a la cita. El cambio meteorológico de los últimos días ha propiciado que «ya tengamos bastantes casos» y, dado que los bebés comparten guardería, en unos días se podrá hablar de epidemia.

¿Qué se va a hacer este año?«Implicar a las familias y a los profesionales sanitarios en el proyecto de conseguir uniformidad en la atención». Para ello, se ha recopilado la experiencia de los padres con hijos afectados por esta enfermedad, escuchando sus opiniones así como las necesidades planteadas. El resultado ha sido la elaboración del documento 'Ruta asistencial de la bronquiolitis aguda: Atención Primaria y Urgencias de Pediatría'.

La experiencia de dos de las organizaciones sanitarias de Bizkaia tiene vocación de extenderse al conjunto de Osakidetza. El trabajo ha sido elegido como «la mejor comunicación en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Calidad Asistencial», celebrado hace unos días en Burgos y al que concurrieron 600 iniciativas.