Abusar del ibuprofeno aumenta los riesgos cardiovasculares, advierten las farmacias
«Para dolores leves, basta con 200 mg por toma y nunca se deben superar los 400, salvo que lo indique un médico», aconseja el Colegio de Bizkaia
Sirve para todos los dolores: de cabeza, de garganta, dental, menstrual, muscular. También se consume para bajar la fiebre. Es el ibuprofeno, el medicamento 'estrella' ... por excelencia. Tanto es así que está presente en casi todos los botiquines domésticos. Las cifras de venta son espectaculares. En el conjunto de España se comercializan del orden de 46 millones de cajas al año (una por habitante) de este producto que, además de sus propiedades analgésicas, es un antiinflamatorio y antitérmico.
Su popularidad y el hecho de que se puede adquirir sin receta acarrea un consumo abusivo. Así lo creen, al menos, los farmacéuticos vascos que alertan del peligro cardiovascular que supone tomarlo en dosis elevadas. Para concienciar a la población del uso responsable de este medicamento, el Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia (COFBI) ha editado un vídeo que puede verse en su canal TV, una plataforma audiovisual que utiliza como instrumento de comunicación con la sociedad.
En el vídeo sobre el ibuprofeno, la farmacéutica vizcaína Elena Rivas es contundente: «Si se usa en dosis altas, puede haber riesgo cardiovascular». Esto supone que la persona corre el peligro de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular (ictus en cualquiera de sus modalidades). ¿Qué es una dosis elevada? «Más de 2.400 miligramos al día». Aunque puede parecer que es muy difícil llegar a esta cantidad, el director técnico del COFBI, Juan del Arco, asegura que no lo es para nada «cuando se toman cuatro sobres o comprimidos de 600 mg, uno cada ocho horas, algo que hace bastante gente».
Frente a la creencia generalizada de que «cuanto más, mejor para quitar el dolor», Del Arco precisa que esta idea es «completamente errónea». «Es todo lo contrario: cuanto menos, mejor. Si con una dosis más baja desaparece la molestia, ¿para qué tomar una más elevada». Por ello, ante un malestar leve, el experto aconseja empezar con 200 miligramos y comprobar si es suficiente. «Si lo es, no se debe consumir más». El director técnico del Colegio vizcaíno añade que «no existe ninguna relación entre tomar más y que el dolor vaya a desaparecer antes. El tiempo que va a tardar en hacer efecto es el mismo, independientemente de la dosificación».
Tener en cuenta el peso
Otra cuestión a tener en cuenta es el peso de la persona. Quien esté en torno a los 50 kilos, no debe pasar de los 200 mg. Alguien de 70 u 80 kilos puede asimilar mejor los 400 mg. Por encima de esta cantidad, es preciso que el tratamiento se realice bajo supervisión médica. En caso de no tener a mano fármacos de dosificación baja, lo correcto es partir los comprimidos o disolver únicamente la mitad del sobre. «En los países nórdicos y centroeuropeos –resalta– nadie ingiere dosis de 600».
Juan del Arco ofrece más explicaciones para alertar de las consecuencias del abuso. «El ibuprofeno, como cualquier analgésico, tiene techo en eficacia,no por consumir más, el efecto es mayor; pero no en cuanto a toxicidad. Esto supone que cuanto más, más tóxico». En este sentido, apunta que las personas con hipertensión no deben tomarlo por el riesgo cardiovascular, pero tampoco debe administrarse a quienes tienen tratamientos a base de pastillas diuréticas para bajar los niveles de presión arterial.
Además, de serios problemas vasculares, el abuso de este medicamento también tiene consecuencia en otros órganos vitales. «Como cualquier antiinflamatorio, tiene un efecto secundario adverso a nivel gastrointestinal. Cuanto menos –insiste– menos daño. Se producen ingresos hospitalarios por sangrado gástrico debido consumos elevados». Los riñones tampoco se salvan del «uso continuado y a dosis elevadas» del fármaco. «Produce un importante deterioro de la función renal», alecciona Juan del Arco.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión