Esta semana es importante políticamente hablando. El Congreso ha aprobado la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y en pocos días pasará el trámite ... del Senado la nueva hoja verde de ruta que ayudará a que se cumplan los compromisos de descarbonización de nuestra economía. No voy a valorar la ambición de los objetivos relacionados con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, expansión de las energías renovables o maximización de la eficiencia energética. Me interesa poner, otra vez, sobre la mesa la necesidad de incorporar a los ciudadanos a una realidad que va a transformar sus vidas y que tendrá un impacto desconocido en la igualdad de oportunidades para posicionarse con ventaja o desventaja en ese futuro cada vez más cercano.
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Con esta nueva Ley sobre Cambio Climático, el Gobierno se compromete a promover acciones de impulso a la digitalización de la economía que contribuyan a alcanzar los objetivos de descarbonización en el marco de la estrategia España Digital 2025. Entre esas acciones, se propone abordar estratégicamente los retos y oportunidades que generará la incorporación de la tecnología digital. Esto incluye el sector de la movilidad sostenible, la economía circular, la gestión del capital natural y las redes y ciudades inteligentes.
La visión ciudadana más extendida sobre la lucha contra el cambio climático tiene que ver con el activismo para que no desaparezca el planeta. La información que se proporcionó en el debate público en los últimos años sobre el calentamiento de la Tierra, el efecto invernadero, el deshielo de los glaciares y la conexión de muchas catástrofes naturales con el cambio climático generó una ciudadanía informada y concienciada y el negacionismo se convirtió en una opción minoritaria. Ahora toca explicar bien las oportunidades del modelo de negocio que trae consigo la nueva economía verde, muy ligada a la digitalización, para que se reduzca la asimetría de información que ahora mismo existe entre las elites políticas y económicas y el resto de la ciudadanía. Una ciudadanía que todavía desconoce muchos de los aspectos relevantes que van a cambiar su vida y la de sus hijos en el futuro.
La nueva ley habla de «informar y difundir las nuevas propuestas para la reducción de emisiones de efecto invernadero de la economía digital y los nuevos modelos de negocio». La ley sitúa la necesidad de información en varios capítulos, también en el de Salud Pública, para que las administraciones públicas fomenten la mejora del conocimiento sobre los efectos del cambio climático en la salud. Es el momento de crear espacios de información, deliberación y participación ciudadana para construir y repartir ese futuro verde de una manera más justa.
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