«No sabemos cuánto tiempo ha estado tomando crecepelo en vez del medicamento adecuado»

La pequeña O. C., de 27 meses, consume omeprazol prácticamente desde que nació. Se lo recetaron para tratar el reflujo gastroesofágico que padece y siempre le había sentado bien. La niña, natural de Colindres, nunca mostró efectos secundarios, hasta mediados de abril. A Amaya, su madre, le costaba creer que el vello que le crecía de repente en diferentes áreas de la cara y del cuerpo pudiera tener relación con el medicamento, ya que llevaba consumiéndolo dos años y nunca había apreciado contraindicaciones. Después de varios meses visitando a diferentes especialistas y tras analizar la fórmula que tomaba su hija, supo que el jarabe que les habían facilitado en la farmacia contenía minoxidil en lugar de omeprazol, un principio activo que se utiliza para tratar la alopecia. Junto a ella, nueve bebés más se han visto en la misma situación en Cantabria. Mientras, hay otros 4 afectados en Andalucía y 3 en la Comunidad Valenciana: 17 en total.

La aparición de un vello más excesivo de lo normal en O. C. alertó a Amaya, que comentó el asunto con su pediatra a mediados de abril. La doctora le preguntó si alguien de la familia se caracterizaba por tener mucho pelo. «Y todo lo contrario. Su padre, de hecho, apenas tiene por el cuerpo». La médico también quiso saber si la niña podía haber accedido a algún medicamento de sus abuelos en un descuido, «pero están bien guardados en un altillo al que no tiene acceso». Esperaron unas semanas y el vello siguió aumentando. A mediados de mayo tenían cita con un especialista de Digestivo en Valdecilla, quien les dijo que ese mismo día una endocrina del hospital le había comentado que había atendido a varios bebés de Los Corrales con los mismos síntomas. Todos consumían omeprazol. «No pensaron que los jarabes pudieran estar contaminados, sino que fuera el propio principio activo el que provocase este aumento de vello», apunta Amaya.

Los niños no consumían el medicamento en cápsulas, si no en forma de jarabe que les preparaban en la farmacia siguiendo las dosis que indicaba el pediatra. Ante la existencia de varios casos en una misma comunidad, los especialistas adviertieron a las familias que debían suspender las tomas hasta que se verificara qué es lo que ocurría. «Y que guardásemos el jarabe en óptimas condiciones, como si fuera a consumirse, para poder analizarlo». A finales de mayo, llevaron el envase a la Consejería de Sanidad para que fuera examinado y, aunque las familias pidieron que se les informase de los resultados, «no volvieron a ponerse en contacto con nosotros». A pesar de haber suspendido el tratamiento, el pelo de O. C. continuó aumentando, y no tuvieron novedades hasta principios de julio, cuando la Agencia Española del Medicamento publicó en su página web los resultados. «Fue nuestra pediatra quien nos contó lo que pasaba. Nadie más ha dado la cara».

«No es que el preparado de omeprazol estuviera contaminado. Directamente, el envase contenía minoxidil y estaba mal etiquetado. No sabemos en qué punto de la cadena se produjo el error». Amaya explica que el minoxidil, por lo general, se administra de forma tópica, pero su hija lo estaba tomando de manera oral. Además, la dosis que consumía era mucho más alta de la que se recomienda para las personas adultas.

«Nadie ha sabido decirme cuánto tiempo ha estado mi hija tomando un medicamento equivocado. No sé si únicamente fue el último envase o los anteriores también». Aunque se dieron cuenta en abril de lo que algo ocurría, desconocen si la pequeña empezó a tomar el crecepelo con anterioridad y no fueron conscientes hasta que el aumento de vello fue más evidente.

Ya en julio, al descubrir cuál era el origen del aumento de vello, la pequeña pudo restaurar el consumo habitual de omeprazol para seguir tratando las molestias estomacales. Y aunque dejó de tomar el falso medicamento en abril, la extensión del vello siguió aumentando los meses posteriores. «Nos dijeron que el ciclo del pelo dura seis meses, así que aún está a tiempo de desaparecer». También suda más de lo normal, «además de crecepelo, este principio activo es un potente vasodilatador que se usa para tratar la hipertensión arterial». Por eso, su «ritmo cardíaco va más rapido de lo normal, está mucho más agitada y se cansa más, y también tiene muchas infecciones en los ojos». La pediatra les ha dado cita con el cardiólogo.