El rey emérito abandona Vitoria tras someterse a una revisión rutinaria

El rey emérito ha abandonado Vitoria en la mañana de este martes, tal y como ha adelantado EL CORREO. Lo ha hecho a bordo del superjet privado Bombardier BD-700-1A11 Global 5000 que le ha llevado durante la última semana por su periplo europeo. Un viaje que ha incluido visitas a Londres, Sanxenxo y la capital alavesa. La aeronave ha despegado al filo de las 10.40 horas desde el aeropuerto de Foronda. Por ahora, se desconoce el rumbo que tomará Juan Carlos I, aunque todo apunta que será Emiratos. No obstante, el destino final de su viaje no está confirmado.

El exjefe del Estado ha permanecido día y medio en Vitoria. El padre de Felipe VI se ha sometido a una revisión rutinaria en la clínica dental del doctor Eduardo Anitua, quien le trata de diversas dolencias desde hace ya varios lustros, prolongando así su estancia en España antes de regresar a la mansión de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en la que reside desde agosto de 2020.

Desde primera hora de este martes, diversos operarios han puesto a punto el jet privado estacionado en el aeropuerto de Foronda. Pasadas las nueve de la mañana, ha llegado a la terminal vitoriana un vehículo en el que viajaban diversos integrantes del séquito de Juan Carlos I. Su personal ha cargado en el interior de la aeronave todos los enseres (maletas, trajes, etcétera...) y ha últimado todos los detalles concernientes al vuelo.

El monarca ha reaparecido en público minutos antes de las diez de la mañana, momento en que ha salido del interior de la clínica dental del doctor Anitua en un vehículo, donde ocupaba el asiento del copiloto. Juan Carlos I se ha desplazado en la misma furgoneta Mercedes de color azul que le trasladó el domingo por la tarde desde el aeródromo vitoriano hasta el centro médico ubicado en Armentia.

El rey emérito aterrizó -de forma sorpresiva- el domingo por la tarde en el aeropuerto de la capital alavesa tras pasar cinco días en Sanxenxo (Pontevedra), su segundo viaje de vuelta a España en tres años. El monarca ha permanecido la totalidad del tiempo que ha pasado en Vitoria en el interior del centro médico dirigido por el doctor Anitua. Juan Carlos I pasó la noche del domingo en la clínica, en un apartamento privado, donde se le hizo llegar un menú encargado a un conocido restaurante cercano, el mismo que le sirvió este lunes la comida, ya que decidió alargar su estancia en la capital alavesa hasta este martes. Se da la circunstancia de que la urbanización donde se encuentran estas instalaciones está muy cerca de la de los Urdangarin, la familia del exyerno de don Juan Carlos.

Eduardo Anitua y el traumatólogo Mikel Sánchez son amigos personales del monarca a raíz de los tratamientos que ha ido recibiendo desde hace años. Ambos atesoran un reconocido prestigio como doctores e investigadores, premiados internacionalmente por su descubrimiento del plasma rico en factores de crecimiento y sus aportaciones a la medicina regenerativa.

La de Vitoria será, previsiblemente, la última parada de un viaje por España en el que la actitud que ha mantenido Juan Carlos I dista mucho de la que protagonizó en su anterior visita en agosto de 2021. En esta ocasión, no se ha salido del guión previsto y ha tratado en todo momento de evitar el ruido mediático y no llamar la atención, como prometió al Rey Felipe VI en su anterior visita al país hace once meses. En tierras gallegas se limitó a saludar a los periodistas y al gentío cuando se trasladaba a la casa de Pedro Campos -uno de los amigos que compone su círculo de confianza- pero sin más gestos en público. Espera, de este modo, con ese perfil más discreto, normalizar las visitas a España tras el 'exilio' a Abu Dabi por sus problemas judiciales.

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