Traslado de personas dependientes de una residencia de Txurdinaga a Mundaka. Ignacio Pérez

Las residencias de mayores para agrupar a los positivos acogen ya a los dos primeros ancianos infectados

El número de usuarios de los centros forales que han dado positivo asciende a 68 -42 de ellos están hospitalizados- y ya hay 23 trabajadores infectados y otros 168 en aislamiento

Domingo, 29 de marzo 2020, 18:01

Los dos centros habilitados en Bizkaia para acoger a los usuarios de residencias de mayores que hayan dado positivo por Covid-19 se estrenaron ayer con la llegada de los dos primeros ancianos. Estas dos personas llegaron hoy al centro Birjinetxe, en el bilbaíno barrio de Txurdinaga. Mientras que la otra residencia, la de IMQ Igurco Unbe, en Erandio, se está preparando para habilitar los espacios necesarios para que puedan convivir, sin tener ningún tipo de contacto, sus usuarios habituales y los enfermos que llegarán en los próximos días o semanas. En total, la Diputación de Bizkaia y el Departamento de Salud del Gobierno vasco han habilitado 184 plazas para ancianos que hayan contraído el coronavirus. La idea es que sean pacientes que presenten síntimas «leves o moderados». Es decir, casos confirmados o en investigación pero que no requieran de «cuidados intensivos», según ha explicado hoy la institución foral en un comunicado.

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La Diputación también ha anunciado que 68 de los usuarios de la red foral de residencias han dado positivo. 42 de estas personas se encuentran ingresados en hospitales. Estos casos se han dado en 25 residencias de una red compuesta por 155 equipamientos autorizados. El número de plazas disponibles es de 10.748. Lo que la Diputación no dijo es cuántos usuarios han fallecido hasta el momento. Se sabe que dos usuarios de los centros vizcaínos han perdido la vida por el Covid-19. Esta información -explicaron fuentes oficiales- será trasladada a la Fiscalía.

Además, el número de positivos entre los trabajadores de las residencias también sigue aumentando. Ya hay 23 que se tiene la certeza médica de que han contraido la enfermedad y otros 168 están en aislamiento sin que esté aún confirmada la infección.

El objetivo de estos equipamientos específicos para ancianos infectados es establecer una especie de corta fuegos en las residencias de mayores. Se trata de frenar el avance del Covid-19 en los centros, donde el patógeno está causando auténticos estragos, sobre todo en la comunidad de Madrid. En Álava ya se han contabilizado al menos 30 muertes. Y en Bizkaia oficialmente se habla de dos fallecimientos en equipamientos residenciales.

Para cortar el paso al Covid-19, en estos espacios especialmente vulnerables a la enfermedad, la idea es reunir a todos los infectados en equipamientos específicamente habilitados para ellos. De esta forma, según los cálculos de las administraciones, se rebajará el riesgo de propagación que existe cuando un enfermo continúa compartiendo un emplazamiento con usuarios que no se han infectado. Por mucho que los enfermos estén aislados, lo que se trata es de minimizar el peligro en las residencias.

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Pero, además, la otra vertiente de esta iniciativa va dirigida a dar aire a los hospitales, muchos de los cuales se encuentran al borde de sus capacidades por el número de infectados que precisan hospitalización. El objetivo es descongestionar estos recursos básicos con la previsión de que el número de pacientes vaya a más en los próximos días. Las dos residencias vizcaínas en las que se desarrollará este «plan de contingencia» han sido elegidas por razones estratégicas.

El primer centro en ser desalojado fue en Vitoria, el pasado jueves. Fue el de Igurco Araba, la antigua Clínica Álava. El viernes se siguió el mismo procedimiento en la residencia de Txurdinaga. Todos sus usuarios fueron reubicados en otros emplazamientos. En el caso de Bizkaia, la mayoría de ellos fueron alojados en Mundaka. En este contexto, también ha arrancado la contratación de personal para estos equipamientos. 40 de los usuarios de Txurdinaga y los trabajadores que les atienden fueron trasladados al centro Biotz Sakratu de Mundaka (33 residentes) y el resto, (7) se encuentran en Gallarta. Este traslado se realizó con la colaboración de personal propio y una docena de vehículos de DYA Bizkaia, que participaron en el operativo de manera altruista.

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Por su parte, siete usuarios fueron dados de alta y regresaron a su domicilio. El resto (52) fueron reubicados en unidades de similares características de otros dos centros residenciales, al no haber terminado su periodo de convalecencia. El segundo recurso del denominado «plan de contingencia» de la Diputación de Bizkaia es una gran unidad asilada ubicada en el centro IMQ Igurco Unbe, en Erandio. Por las características del centro, ha sido posible dividir sus instalaciones en dos módulos completamente separados y autónomos, con dos equipos asistenciales distintos. De esta manera, siguiendo las directrices de las autoridades sanitarias, se han dispuesto todos los recursos para afrontar esta situación con las «máximas garantías de seguridad clínica».

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