Las infracciones xenófobas aumentan siete puntos desde enero; una de cada tres está relacionada con la comunidad musulmana
Las infracciones xenófobas se disparan hasta el 55,7%, siete puntos más desde enero, y ya una de cada tres están relacionadas con la comunidad musulmana
El racismo parece cada vez más presente en la sociedad vasca. Así lo reflejan, al menos, los delitos de odio que registra la Ertzaintza. La ... xenofobia está detrás de la mayoría de este tipo de infracciones, «muy por delante de las demás causas». Solo desde enero, se han disparado hasta el 55,7%, siete puntos más que en diciembre del año pasado; es decir, 122 de las 219 denuncias contabilizadas en lo que va de año en Euskadi. Y una de cada tres tiene que ver específicamente con la comunidad árabe o musulmana.
Así lo desveló este miércoles el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, en la jornada 'Desmontando prejuicios sobre el islam', organizada por la propia Policía autonómica. Tras subrayar que esta «tipología delictiva» se está incrementando en el País Vasco, en parte por «la mayor concienciación social y la progresiva formación» de los agentes policiales, el vicehelendakari primero del Gobierno vasco hizo un llamamiento general a «cortar de raíz» los prejuicios que, en su opinión, están en el origen de estos delitos. Apostó por que los poderes públicos lideren esta labor combinando «los discursos» y la vía «sancionadora».
«El prejuicio es casi siempre fruto de la ignorancia», destacó Erkoreka, que considera «obligada» la aplicación de sanciones «cuando el discurso de odio se convierte en la palanca que induce al uso de la violencia». Desde su perspectiva, «prohibir y castigar el discurso de odio no significa menoscabar la libertad de expresión, que es uno de los fundamentos esenciales de una sociedad democrática». Pero no un «derecho absluto», advirtió: «Tiene que ceder cuando de su ejercicio pueden resultar lesionados otros derechos o intereses constitucionales, como la igualdad o la dignidad de las personas».
«Intolerancia excluyente»
De hecho, enfatizó, el propio Tribunal Europeo Derechos Humanos (TEDH) considera que esta libertad «no puede ofrecer cobertura al discurso del odio». Recordó que, para los jueces comunitarios, «la utilización de símbolos, mensajes o elementos que representen o se identifiquen con la exclusión política, social o cultural deja de ser una simple manifestación ideológica para convertirse en un acto cooperador con la intolerancia excluyente».
Para Erkoreka, resulta particularmente significativo el incremento de siete puntos de los delitos de odio relacionados con la comunidad musulmana -del 25 al 32% desde principios de año; 39 casos denunciados-. «Creo que la fotografía es clara y elocuente -apuntó-. Urge, por tanto, un esfuerzo colectivo, valiente y proactivo para desmontar prejuicios, percepciones equivocadas y mitos infundados que alimenten estereotipos potencialmente negativos para la convivencia democrática».
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