
Quién es Barbijaputa
Una denuncia por antisemitismo saca a la luz la verdadera identidad de la tuitera 'Barbijaputa'Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Quién es Barbijaputa
Una denuncia por antisemitismo saca a la luz la verdadera identidad de la tuitera 'Barbijaputa'Mantener el anonimato en redes sociales cuando te siguen más de 265.000 personas es complicado. Y más si cada vez que escribes un tuit sube el pan, como le ocurre a la famosa tuitera @Barbijaputa, una activista feminista de largo recorrido en el panorama ... mediático español. Durante años, desde su perfil de X, se ha hecho eco de todo tipo de noticias y ha lanzado críticas ácidas, picantes y polémicas. Una de ellas ha sido el detonante que ha hecho saltar por los aires su privacidad, a buen recaudo durante nada menos que 15 años. Unos tuits publicados entre 2011 y 2017 la han llevado a juicio acusada de un delito de odio y ha hecho que se revele su nombre real.
Barbijaputa no era ni la periodista Marta Nebot, ni el analista Nacho Escolar, como apuntaban muchos en sus apuestas de la red social que la ha hecho famosa. Se trata de María Pozo Baena, una azafata de vuelo andaluza de 44 años, amante del sarcasmo y la ironía y con bastante mala leche. Todo empezó en 2011, con unos tuits en los que la tomaba con los judíos. Escribió cosas como «Hitler era un cabrón por cargarse a los judíos y un cutre por no acabar el trabajo. Ahora mira lo que pasa», o «¿Qué sería más apropiado: eliminar todo Israel o solo a los judíos?».
El impacto de todos ellos fue brutal. Se compartieron y comentaron ampliamente no solo en la red de Elon Musk, sino en otras. En 2017 fue denunciada de forma anónima y la Fiscalía pide ahora un año y nueve meses de cárcel por un delito de provocación al odio, once meses de multa con una cuota diaria de 9 euros y la inhabilitación especial para el uso las redes sociales. A través de esta denuncia y de su citación -ha comparecido este martes en la Audiencia Provincial de Madrid- se ha desvelado su auténtica identidad, quizá el bien más preciado que tenía.
Pozo Baena creó el perfil de Barbijaputa en 2009, cuando lo que molaba era tener un blog. Con él quería ocupar el tiempo libre que le dejaba su trabajo, que le había llevado a Tenerife, una ciudad «donde no conocía a nadie». Y lo usó como «válvula de escape» para quejarse de todo lo que le parecía mal o le indignaba, incluidos algunos aspectos de su trabajo como auxiliar de vuelo, de ahí que se buscara un alter ego.
En aquellos tiempos, la competencia era mucho menor y su estilo desenfadado y provocador enseguida la hizo destacar. Con el tiempo se pasó a Twitter, donde encontró un buen caldo de cultivo. Y ahí fue cuando la bola fue creciendo hasta convertirla en una 'celebrity' virtual de la que todo el mundo hablaba. Sus críticas y análisis políticos y, sobre todo, feministas de hecho la hicieron merecedora de atención de algunos medios, que la ficharon como columnista, y la auparon como una opinadora que no se podía pasar por alto.
Dentro del feminismo, Barbijaputa también se ha posicionado muy claramente del lado TERF, es decir, el feminismo radical trans-excluyente, que niega la identidad de género de las mujeres trans. Por ello también se ha granjeado múltiples enemigos, aunque en ningún caso ha rehuido la polémica. Este grupo, en el que también se incluyen otros polémicos perfiles como la política de Vox Rocío Monasterio y la escritora Lucía Etxebarría, se ha enfrentado con dureza a la exministra de Igualdad Irene Montero.
También la tentó el mundo de la edición, donde demostró una vez más que tenía carrete para rato. Tiene publicados cinco libros muy diferentes, desde una autobiografía hasta una novela de intriga. Y en 2018 se subió al carro de los podcasts con Radiojaputa, que incluso ahora, en su octava temporada, y cuando la producción de este formato ha crecido de manera exponencial, es una referencia imprescindible.
Hace seis años, Pozo Baena tomó la decisión de dedicarse exclusivamente a ser su personaje. Dejó su trabajo 'real' porque el virtual le reporta los suficientes beneficios para ello. ¿Cómo? A través de los ingresos que obtenía por las colaboraciones, las ventas de su tienda online, los derechos de sus libros... Y las donaciones de su nutrido público, que la financia a través de una especie de crowdfunding.
Esta última fuente de dinero no es nada desdeñable puesto que, además de sus 265.000 seguidores en X, tiene 67.900 'followers' en Instagram, 10.000 personas en Facebook y 3.233 suscriptores en su canal de Telegram llamado Vaginocracia parlamentaria. En Whatsapp también ha creado varios grupos temáticos para interactuar con la gente.
Barbijaputa ha comparecido este martes ante el juez para explicar sus tuits antisemitas. Y se ha amparado en el derecho a la libertad de expresión, asegurando que varios de ellos están sacados de contexto por la acusación. «Creo en la libertad de expresión. Son chistes dentro de un contexto político muy concreto», ha aseverado al tiempo que se ha definido como «profundamente antisfascista» para desligarse del nazismo.
Hola. He tenido un juicio por tuits que son míos y tuits fakes. En el juicio ha quedado todo claro, por suerte. Lo contaré cuando llegue a casa. Pero por favor, esta información es falsa. No le deis alas a esta gente ⬇️ https://t.co/XxzpxSVgK1
— Barbijaputa (@Barbijaputa) February 4, 2025
Es más, Pozo Baena considera que este proceso por el que está pasando es «una campaña de la ultraderecha» que arrancó en 2015 y cuyo objetivo eran los medios que apoyaban a la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena y en los que ella colaboraba. «Son tuits sarcásticos en un contexto para expresar una emoción» ha explicado ante el juez y el fiscal. «Chistes» que «ya están borrados» y de los que, en algún caso, ni se acordaba.
La vista celebrada este martes en la Audiencia Provincial de Madrid no solo ha sido mediática por el perfil de la acusada. También por quienes han acudido a declarar como testigos. Entre ellos estaban el exdiputado de Ciudadanos Juan Carlos Girauta y el abogado Fernando Múgica Heras, hijo de Fernando Múgica, asesinado por ETA. Ambos han relatado cómo se siente amenazada la comunidad judía en España ante este tipo de mensajes discriminatorios.
La acusación popular, que ejerce el Comité Legal para la Lucha contra la Discriminación, también ha llevado a la sala a varios representantes de la comunidad judía en España. Para todos ellos, los tuits objeto de la vista suponen «mensajes ofensivos» y aumentan su preocupación sobre el creciente discurso de odio que se está produciendo en las redes sociales.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.