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El precio de la vivienda en Euskadi cerró 2024 con la mayor subida desde que existen registros, los cuales se remontan a 2007. La estadística ... que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística desvela que comprarse un piso ahora es, de media, un 8,5% más caro que hace doce meses. Nunca antes se había registrado un incremento de tal magnitud. Ni durante la burbuja inmobiliaria. Por aquel entonces, cuando la vivienda alcanzó su pico más alto, los precios crecieron un 8,2%.
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Con estos datos sobre la mesa no es de extrañar que la vivienda se haya convertido en la principal preocupación de los vascos. En un año, la inquietud por el acceso a un domicilio se ha elevado veinte puntos, según el último Sociómetro publicado por el Gobierno vasco. Y no es para menos. El índice de precios del INE demuestra lo complicado que es adquirir un piso en Euskadi para las familias vulnerables y los jóvenes, pero también para las clases medias, que según el Ejecutivo autonómico, «ven comprometida la edad de emancipación», que se eleva a 30,1 años en Bizkaia. Según cálculos del Departamento de Vivienda, las unidades convivenciales de clase media «ven embargado hasta el 60% de sus ingresos a los costes del hogar».
En la obra nueva es donde más se ha notado ese auge de precios. La escasez de oferta ha provocado que el valor de la vivienda se dispare como nunca antes. Si antes se edificaban 15.000 pisos al año, ahora apenas se levantan 6.000. Y ese parón, como aseguran los expertos, ha tenido una importante repercusión en el coste final de los inmuebles. Las promociones de recién construcción se han encarecido un 13,6% desde 2023, tres puntos por encima de la media nacional. En Bilbao, los pisos superan de media los 412.000 euros.
No solo se han batido todos los récords, sino que los precios se han disparado por primera vez en la historia a doble dígito. En 2007 el precio de la obra nueva creció un 9,5%. A partir de entonces las subidas se ralentizaron. En la última década el mayor incremento se registró en 2019 y fue del 7,1%.
Los pisos de segunda mano, que concentran casi el 90% de las compraventas que se cierran en Euskadi, también han sufrido un importante encarecimiento, aunque más moderado. Los precios se han elevado un 7,4%. No es el valor más alto de la serie histórica, pero por muy poco. Solo en 2007 los precios se inflaron por encima de ese índice, al 7,5%.
Los expertos coinciden en que este escenario se produce por la caída en la construcción de nuevos pisos y el auge de la demanda, que roza las 100.000 personas en Etxebide. Precisamente para combatir esa «crisis de oferta» que atraviesa Euskadi el Gobierno vasco ha ideado un plan de medidas urgentes que tramitará en las próximas semanas en el Parlamento. PNV y PSE aprobarán una normativa que ayude a agilizar los trámites urbanísticos y que autorice a los ayuntamientos a rebajar del 75% hasta el 60% las exigencias de VPO que recoge en terrenos urbanizables la actual Ley del Suelo.
Ana Acasuso, vicepresidenta de los APIs en Bizkaia, es tajante al afirmar que «la realidad es la que es». «No hay inmuebles y la demanda es creciente. Se están vendiendo pisos que estaban paralizados porque la gente ya está pagando todo lo que se ofrece». La también gerente de la inmobiliaria En Casa de Ana, asegura que «alquilar está tan caro que algunos esperan a comprar y además, la rentabilidad del ladrillo es alta».
«Los pisos que más se están encareciendo son los que estaban a precios bajos. Los inversores se están fijando en ellos porque sacan una mayor rentabilidad y esto tiene una consecuencia directa en las familias con menos poder adquisitivo, que ven cada vez más difícil la posibilidad de comprar un inmueble», afirma. Así y todo, afirma que la situación financiera es «mejor» que durante la crisis inmobiliaria de 2008. «Por precio, es un buen momento para los propietarios y no tanto para los compradores», dice.
De los 9.045 pisos a los que se les podría aplicar el canon de vivienda vacía en Euskadi, la mitad -4.889- están situados en municipios de más de 10.000 habitantes. Es decir, donde se concentra «la mayor parte» de la demanda y donde la «ciudadanía encuentra las mayores dificultades para acceder a un domicilio». Así lo aseguró ayer el consejero de Vivienda, Denis Itxaso, en el pleno de control al Gobierno vasco. Interpelado por el parlamentario de Sumar, Jon Hernández, quien solicitó conocer qué medidas iba a implantar el Ejecutivo autonómico para promover la puesta en marcha de este gravamen, el consejero recordó que la competencia para su aplicación es del «ayuntamiento» y que el canon «no es un objetivo en sí mismo, sino que la finalidad es movilizar los pisos deshabitados». El Ejecutivo aprobó en 2021 el decreto que permite a los consistorios penalizar fiscalmente a los propietarios que tengan más de dos años su casa sin ocupar. Desde entonces, sólo Azpeitia ha dado el paso a aprobarlo. Aun así, municipios como Barakaldo o Galdakao también «han incluido su posible estudio» en los planes de acción elaborados para su declaración como zona tensionada.
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