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Helena Rodríguez
Martes, 21 de enero 2025, 12:37
La periodista y escritora Cristina Fallarás ofrece, a través de su cuenta de Instagram, un espacio para que mujeres, anónimas o no, cuenten sus experiencias de abusos. Fue a raíz de uno de esos post cuando se destapó el escándalo Iñigo Errejón. Varias chicas daban pistas sobre un hombre poderoso y muy conocido con un largo historial de trato abusivo hacia distintas féminas. El runrún llevó al entonces portavoz parlamentario de Sumar a dimitir y abandonar la vida política. Poco después, la presentadora y actriz Elisa Mouliaá interponía una denuncia contra el que fuera fundador de Podemos. Este lunes ambos implicados testificaron ante el juez Adolfo Carretero, cuyo agresivo interrogatorio a la víctima ha llenado de indignación a amplios sectores de la sociedad, incluida la propia Fallarás.
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La periodista ha dejado clara su postura en el espacio de opinión del diario 'Público' con un artículo titulado «El juez Carretero nos chupa las tetas», parafraseando una de las expresiones usadas por el togado, al que acusa de «pasárselo bien a costa de Elisa Mouliaá». «Es tal la violencia que utiliza el magistrado, tal la inquina, que pronto se hace evidente que no solo se está divirtiendo (...)», escribe. Fallarás interpreta que la actitud de Carretero denota que «considera inferiores a todas» las mujeres, «excepto a aquel pequeño puñado que por cuestiones económicas y/o de clase decide —y es una decisión que podría no tomar— respetar».
El tono, en ocasiones a gritos, en el que el magistrado habla a la víctima o el hecho de que no la deje acabar muchas de sus respuestas levanta las iras de la periodista, que pone el acento en uno de los momentos más polémicos del interrogatorio. Se trata del punto en el que el juez pregunta a Mouliaá la razón por la que el acusado «se sacó el miembro viril». Ella, visiblemente arrinconada y asustada, responde que para violentarla. Es entonces cuando el togado espeta: «¿Pero le intentó a usted bajar las bragas o algo?».
Cristina Fallarás califica todo el interrogatorio de «ejercicio de sadismo» y destaca la frase que da título a su artículo. «¿Cuánto tiempo dura el tiempo que estuvo chupándole las tetas?», inquiere Carretero. Para la escritora «no es una expresión propia ni del juez más grotesco. ¿Alguien se imagina al juez Carretero dirigiendo, pongamos, a Ana Patricia Botín la expresión 'chuparle las tetas'? A Ana Patricia Botín, a la duquesa de Alba, a Esperanza Aguirre, a este tipo de mujeres ante las que el juez Carretero y hombres como él bajarían la testuz en un juzgado. No, ellas son la excepción, y solo tienen «tetas» para los hombres como Carretero en conversaciones privadas de Boys Club, puro y chester de cuero claveteado».
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