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Un menor juega a Fortnite. AdobeStock

El peligro del chat del videojuego: el 'bautizo' del niño acosador

Miércoles, 3 de septiembre 2025, 00:07

«Un día entré en el cuarto de mi hijo mientras él jugaba al Fortnite y me quedé horrorizado con las burradas que escuché: cabrón, ... hijo de puta... Así hablaban entre ellos los chavales que estaban jugando en línea». El hijo de Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva, presidente de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, tenía entonces 13 años. La cosa es que ahora juegan a Fortnite con menos de 10. «La mayoría de los videojuegos tienen un chat donde los jugadores pueden mandarse mensajes. Y esta suele ser la vía por la que los niños más pequeños se inician en el ciberacoso, no tanto por los grupos de WhatsApp. Empiezan insultando a otro niño que está jugando, a burlarse de él... Y si el acosador es de Sevilla, al menos la víctima no tendrá que verle nunca cara a cara, pero cuando es un compañero de su escuela, la situación es más grave porque saber que al día siguiente tendrá que enfrentarse a él en clase aumenta la ansiedad».

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Así que, sin dejar de vigilar el acceso al móvil, el experto llama a centrar el foco sobre los videojuegos. «Aunque es una forma de acoso muy básica, un insulto en un chat es muy grave». Y es probable, advierte el especialista, que eso sea solo el preludio de otras formas de acoso más sofisticadas, «por ejemplo grabar a un compañero en el baño y hacer un meme con ello que luego distribuye online a toda la clase». Pero pocos empiezan con algo tan elaborado, insiste Pérez-Carrillo de la Cueva. «Lo que estamos viendo es que la puerta de entrada de los niños más pequeños al ciberacoso son los juegos online a los que los chavales juegan en red».

En todo caso, casi ningún dispositivo es 'seguro' sin control parental, advierten desde esta asociación. «Hay colegios que tienen apps donde los niños suben trabajos e intercambian mensajes. Suelen ser entornos seguros y supervisados por el profesor, pero no hay que descuidar la vigilancia. De hecho, en la asociación recibimos el mensaje de una madre cuyo hijo llevaba un tiempo sufriendo humillaciones a través de la app escolar».

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