La pedagogía «desde el placer» en la escuela de la presunta agresión sexual a una niña de 4 años

El sistema de Emeki Emeki «tiene como base la ecología de los sistemas humanos y el principio de la autorregulación de Wilhelm Reich», reza una frase en mayúsculas y negrita al final de la portada de su espacio en internet. Pero, ¿quién es Wilhelm Reich? A quien defiende que los postulados de este psicoanalista austríaco, de origen judío, nacionalizado estadounidense e inicialmente discípulo de Freud, están detrás de movimientos sociales revolucionarios como la Primavera del 68. Otros califican sus postulados como delirios.

Reich fue el inventor de la teoría del orgón, una especie de energía esotérica o fuerza vital universal que de presentar déficits o ser constreñida causa diversas enfermedades. Muchas de sus teorías han sido aplicadas a la enseñanza en lo que se denomina escuelas libres. Estos centros gozan de bastante popularidad en Reino Unido o EE UU, pero en España su presencia no está demasiado extendida.

Este psicoanalista austríaco fue encarcelado por vender lo que denominó 'acumuladores de orgón', unos aparatos que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense consideraba una estafa «de primera magnitud».​ En 1957 murió en la cárcel de un ataque al corazón. ​ Más allá de su faceta inventiva, Wilhelm Reich es célebre por sus contribuciones a la sexología y su compromiso con la liberación sexual, algo que en el contexto del caso de presuntos abusos en la escuela donostiarra toma especial relevancia.

En línea con los postulados de Reich, el centro de San Sebastián ofrece una enseñanza que se caracteriza por «el impulso de la creatividad, el movimiento espontáneo, la interacción con los demás en contacto con uno mismo, la búsqueda de límites y la psicomotricidad». Es la aplicación pedagógica del principio reichiano que dice que la descarga de energía acumulada mediante el movimiento permite al ser humano regularse y llevar una vida «armónica y saludable». Este sistema, entre otras ideas, aboga por la ausencia de autoridad, reglas y exámenes, así como la importancia de la corporalidad y la sexualidad.

Como en otros métodos educativos, el juego y su práctica libre por parte de los pequeños es otro de sus ejes fundamentales. «Nuestra escuelita es un espacio de socialización y juego libre preparado para los niños de 3 a 6 años, donde viven el proceso de socialización de una manera más progresiva. Es un espacio que hemos creado para el cuidado, la flexibilidad, la tranquilidad, apoyándonos en pedagogías innovadoras y activas en las que cada niñ@ es el motor de su juego y aprendizaje», definen en la web de Emeki Emeki.

Ubicada en Villa Landetxe, en un antiguo centro de educación infantil de propiedad municipal en plena cumbre de Aiete, la escuela ocupa un espacio en la planta baja, que comparte con otras entidades socioculturales. Allí dispone de tres zonas «que permiten el desarrollo de los niños de acuerdo a sus necesidades, principalmente en esta fase de juego simbólico, de creatividad y de movimiento». La primera se ubica en el suelo y comprende el txoko de lectura, el de juego y el espacio de construcciones; en la segunda están «la casita, la tienda y espacio para pintar y trabajos manuales y juegos de mesa; y la tercera zona es una área para «la psicomotricidad y la expansión corporal». En el exterior, hay un patio con zona de cemento, otra de hierba y árboles.

Emeki Emeki ofrece además servicios para futuros padres, a los que asesora durante el embarazo, parto y posparto. «Trabajamos el empoderamiento a través del trabajo corporal, psicoafectivo y verbal». En línea con estas actividades disponen además de encuentros con las familias para «compartir y reflexionar sobre la manera en que podemos acompañar el desarrollo madurativo infantil confiando en sus procesos naturales». «Para ello nos basamos en la ecología de sistemas humanos y los masajes infantiles. Las cuestiones cotidianas que más os inquietan como madres y padres son la base de nuestros encuentros: la lactancia, las rabietas, el control de esfínteres, el proceso del sueño, el desarrollo psicomotriz, los papeles de la madre y el padre, el inicio de la alimentación sólida, el desarrollo motriz, los límites, el destete, la escolarización, etc», detallan en su espacio en internet.

La matrícula anual en el centro cuesta 200 euros y la cuota mensual por niño es del 250 euros (460 para dos hermanos). Además, las familias pagan 40 euros mensuales por el servicio de comidas o si se opta por que coman en el centro días suelos, 15 euros por 5 tíckets. Entre los profesionales que trabajan en el Emeki Emeki, figuran una psicoterapeuta especializada en prevención (licenciada en Filosofía), una integradora social y un diplomado en Magisterio Deportivo y graduado en Integración Social.