El peaje para camiones en las carreteras a Orduña y Barazar arrancará el 1 de enero
Los vehículos pesados pagarán entre 12,2 y 17,34 euros por todo el recorrido por la N-240 y entre 4,03 y 4,50 por la BI-625
La cuesta de enero será este año algo más dura para los camioneros que trabajan en Bizkaia. La Diputación desveló ayer que el sistema de ... peaje para vehículos pesados en dos carreteras del territorio entrará en vigor el primer día de 2023. A partir de esa fecha deberán pagar por circular por los dos viales que conectan con Álava: la N-240 por Barazar y la BI-625 por Orduña. Las cuantías por el recorrido completo oscilarán, según el peso del tráiler, entre los 12,2 y los 17,34 euros en la primera, y 4,03 y 4,50 en la segunda.
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El sistema de cobro será mediante arcos 'free flow', que controlan el paso de los vehículos sin que estos deban detenerse. Un sistema de cámaras chequea las matrículas y establece la cuantía exacta a abonar un función de los kilómetros recorridos. De ahí que a lo largo de ambas carreteras se hayan instalado diferentes balizas para verificar el punto exacto en el que cada camión entra y sale de la carretera.
En concreto, en la N-240 se han colocado 9 arcos entre el cruce del Gallo, en Galdakao, y el alto de Barazar. El último tramo, entre Zeanuri y Barazar, será el más caro de toda la red, con 5,78/8,93 euros -según el peso del camión-, al tratarse de un recorrido de montaña y como tal, según la normativa europea, debe ser más caro que el resto. En el caso de la BI-625, el trayecto bajo peaje será entre el cruce de Irubide, en Basauri, y Arakaldo, en la 'muga' con Álava. A partir de ahí, la competencia sobre las carreteras pasa a ser de la Diputación de Álava.
Los camiones deberán contar con un dispositivo embarcado (VIA-T) para el pago telemático o una tarjeta de crédito asociada a la matrícula de su vehículo y registrada en Interbiak -en ningún caso se aceptará el pago en metálico-. La Diputación «realizará los trámites pertinentes» para perseguir a aquellos conductores que no abonen el peaje y se les aplicará en un primer momento un recargo del 20% y, si continúan sin pagar, se les abrirá un expediente sancionador.
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Más atractiva la Supersur
Como ya adelantó en verano el diputado de Infraestructuras, Imanol Pradales, en una entrevista con este periódico, las tarifas marcadas se quedan por debajo del máximo autorizado por la Comisión Europea, aunque son más elevadas que las establecidas en las autopistas alternativas a estas dos carreteras. Y es que el objetivo de los nuevos peajes es 'sacar' de esas vías a los vehículos pesados -y evitar que atraviesen núcleos urbanos- para reducir la siniestralidad y la contaminación.
De esta forma, por ejemplo, a un profesional le saldrá más rentable a partir del 1 de enero circular por la Supersur y luego por la AP-68 que por la BI-625 hacia Orduña. En ambos recorridos deberá pagar peaje, pero las tarifas establecidas por la Diputación harán más 'atractivo' el primero. «Nos interesa, sobre todo, reequilibrar la red y que los vehículos pesados transiten por las vías de alta capacidad», argumentó en su día Pradales. El dinero recaudado por el canon estará destinado a sufragar los trabajos de «conservación, mantenimiento y explotación» de la red viaria vizcaína.
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