La OMS y Anesvad amplían su acuerdo para combatir enfermedades de la piel en el África subsahariana

La Organización Mundial de la Salud y la Fundación Anesvad han firmado un acuerdo este lunes para ampliar su colaboración en la lucha contra las llamadas enfermedades tropicales desatendidas (ETD) de la piel. En concreto, se centrarán en la lepra, la sarna, la úlcera de Buruli, la leishmaniasis cutánea, la filariasis linfática (linfedema e hidrocele), el micetoma y el pian. El pacto firmado, de dos años y por un valor de 1,4 millones de euros, supone ampliar el rubricado para el periodo entre 2019 y 2024, que ascendió a cerca de un millón de euros.

«Queda por ver cuál será el efecto de los recientes acontecimientos políticos, pero parece que los actores privados tendrán que intensificar su contribución a la salud mundial. Una interrupción repentina de la administración masiva de medicamentos o de los programas de gestión de casos podría tener consecuencias catastróficas para las ETD en todo el mundo. No permitiremos que el buen trabajo de los últimos años se eche a perder», ha declarado Iñigo Lasa, director ejecutivo de la fundación bilbaína, fundada hace 60 años para atender a los pacientes y familiares ingresados en el sanatorio de Santa Marina.

El acuerdo tiene como objetivo consolidar los avances logrados durante el convenio anterior y lograr que al menos 40 países adopten estrategias contra estas patologías antes de 2030. Los países beneficiarios son Benín, Camerún, Congo, Costa de Marfil, Etiopía, Ghana, Liberia, Senegal, Sierra Leona y Togo, a los que se han de sumar otras naciones del continente.

Tres son sus áreas estratégicas. El primero, el papel de la OMS en la en la coordinación global para promover el enfoque de las ETD cutáneas. El segundo se refiere a la adquisición de productos sanitarios para apoyar su implementación en los países afectados. El tercero alude al monitoreo y evaluación de las acciones llevadas a cabo. Las actividades serán ejecutadas por la sede de la OMS, la Oficina Regional de la organización para África y las oficinas nacionales de esta en los países destinatarios, todo ello en estrecha colaboración con los programas nacionales.

Las enfermedades tropicales desatendidas son un grupo de afecciones especialmente comunes en zonas tropicales, donde proliferan entre las personas que viven en comunidades empobrecidas. Causadas por una variedad de patógenos que incluyen virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas, se les llama desatendidas porque apenas aparecen en los programas de salud a nivel mundial.

Más de la mitad de las 21 ETD identificadas están relacionadas con la piel. Las más conocidas son la lepra y la sarna. La primera, conocida también como mal de Hansen, es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que además de a la piel, afecta a los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos, y puede causar deformación física. Presente en más de 120 países, se registran alrededor de 200.000 nuevos casos al año. Por su parte, la sarna está causada por unos ácaros que se introducen en la piel y ponen sus huevos, lo que causa sarpullidos y un intenso picor. Se calcula que 200 millones de personas la sufren en todo el mundo.

Más desconocidas son la úlcera de Buruli, la leishmaniasis cutánea, la filariasis linfática, el micetoma y el pian. La úlcera de Buruli es una enfermedad crónica y debilitante causada por una bacteria que secreta una toxina y daña la piel hasta el punto de producir desfiguraciones permanentes y discapacidad. La leishmaniasis está originada por un parásito transmitido por la picadura de un insecto infectado. Con entre 700.000 y un millón de casos nuevos cada año, puede ocasionar importantes daños en la piel, boca y nariz. La filariasis linfática -más conocida como elefantiasis- afecta al sistema linfático y puede producir la hinchazón de las piernas y otras partes del cuerpo. El micetoma suele darse en las extremidades, la espalda y los glúteos, pero puede afectar a cualquier otra parte del cuerpo. Finalmente, el pian es una infección crónica que afecta en un 80% a menores de 15 años, a los que ataca en la piel huesos y cartílagos.

«La OMS agradece sus 24 años de colaboración con la Fundación Anesvad para hacer frente a las enfermedades tropicales desatendidas que causan un inmenso sufrimiento a los pobres. Este nuevo acuerdo llega en un momento crítico, ya que estamos llevando a cabo la revisión de mitad de período de la hoja de ruta (2021−2025) y desarrollando un plan de implementación acelerada (2026−2030)», ha apuntado Ibrahima Socé Fall, director del Programa Mundial de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS.

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