«Nunca habíamos visto nada igual, da repelús darse un baño en Noja»
Bañistas de Trengandín y Ris muestran su asombro ante la llegada del alga asiática invasora, que el Gobierno cántabro empezó ayer a retirar de las playas
Ignacio Serrano
Sábado, 9 de agosto 2025, 01:05
Son las 10.30 horas del jueves en Noja y la playa de Trengandín está a rebosar. Como siempre que hace calor, vaya. Lo que ... no es tan habitual es la estampa que se puede ver en el agua. En los cinco kilómetros de playa, solo un par de lugares están a rebosar de bañistas. El resto mira desde la arena al culpable. Un mar marrón que fácilmente podría confundirse con la habitual caloca, pero que procede de Asia. Se trata de la rugulopteryx okamurae, el alga invasora que se ha adueñado de las playas de Trengandín y Ris. Se amontona en un lado de la arena y ocupa gran parte del agua, para desgracia de los bañistas. «Hay que ir uno detrás de otro para no andar pisando estas cosas», comenta Francisca Quintana, vecina de la localidad.
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«Es que es muy desagradable y además puede haber medusas enganchadas, sumado a que, cuando se secan, huelen fatal y dan repelús». Es una de tantos vecinos que están molestos con la cantidad de algas que han aparecido varadas hace escasos días. Otro es José Miguel Vinuesa, que lleva disfrutando del calor de Noja 53 años. «Nunca había visto algo así. No sé si es por el cambio climático, pero esta es la primera vez que lo veo». El descontento es general por la falta de limpieza de la arena. «Llevamos así desde julio, esto no es algo nuevo», señala Quintana, «no entendemos cómo todavía no se ha empezado a quitar».
Aunque no sea algo nuevo, sí es la primera vez que se ve en semejantes cantidades, lo que ha llevado a las autoridades a colaborar para encontrar una solución. «Los equipos de limpieza ya están en marcha para ver como se pueden encargar de las algas de la playa. Una vez que encuentren una solución, empezarán a limpiarlo todo», explica la alcaldesa de la villa, Mireia Maza. Para revisar el terreno contaron con Roberto Media, Consejero de Medio Ambiente de Cantabria, y María Jesús Susinos, Consejera de Desarrollo Rural, quienes dieron ayer paso a las labores de análisis y limpieza de las playas y costas cercanas a Noja.
Incertidumbre
Cuánto pueden llegar a durar es una cuestión que todavía no se sabe, pero no se espera una pronta solución debido a lo novedoso del alga. «Nunca nos habíamos visto en esta situación, así que necesitamos tiempo para saber cómo proceder». La peculiaridad del alga está en su reproducción acelerada a través de esporas, que hace que pasarla por una desbrozadora sea una alternativa inviable para los equipos que despliega el Gobierno cántabro. Las secas si pueden retirarse, pero el olor que dejan es otro problema. «Y también los mosquitos que atraen», señala el veraneante Iñaki Ancín. «Para bañarte tienes que ir buscando los surcos que no tienen algas».
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Para los bañistas son motivo de extrañeza los impedimentos que desde las instituciones plantean para la recogida de las algas. «Antes venía un camión de las farmacéuticas», han comentado varios bañistas, «pero no sabemos por qué ya no se pueden recoger». «No son algas normales, no sé si se pueden usar para fines médicos», comenta Vinuesa, otro veraneante. No le falta razón, ya que esta es una especie invasora que ha puesto en alerta a las autoridades desde 2015 y que «es también responsable de ahuyentar a mucha fauna marina habitual y desplazarla a otros lugares porque bloquea el oxígeno y la luz del sol e impide la vida», señala el concejal de Seguridad Ciudadana de la localidad.
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