De la familia numerosa a la múltiple, rural o transnacional
La nueva ley reconoce la diversidad de los modelos de convivencia con una decena de perfiles a los que otorga nuevos derechos
Aunque cada uno siempre tiene presente la suya, única para lo bueno y para lo malo, en la realidad social «ya no existe la familia ... sino las familias, en plural». Esta es la premisa de la nueva ley del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, cuya aprobación está prevista para el primer semestre de este año. «Hoy es habitual ver familias formadas por parejas de hecho, por una sola persona progenitora, por personas pertenecientes a los colectivos LGTBI, familias en las que los miembros de la pareja tienen hijos de uniones anteriores, adoptivas o acogedoras...», enumera la exposición de motivos del anteproyecto, al que el Gobierno dio el visto bueno a mediados de diciembre.
La Ley de Familias reconoce esta diversidad con un despliegue inédito de categorías, a las que dota de reconocimiento jurídico y distintos niveles de «protección social». Describe una decena de perfiles, aunque algunos se solapan, y pone el acento tanto en la identidad como en las necesidades económicas, la conciliación y las personas vulnerables.
Entre las medidas de carácter general, destaca la prestación por crianza de 100 euros al mes para las familias con hijos de 0 a 3 años. No llega a ser universal, pero el departamento que dirige Ione Belarra calcula que beneficiará a entre 200.000 y 250.000 nuevas madres. Por ejemplo, las que tienen un trabajo temporal o cobran prestación por desempleo. También se crean tres permisos de cuidados: uno de cinco días al año, retribuidos; el parental de ocho semanas (no remunerado), que podrán disfrutarse de manera continua o discontinua hasta que el menor cumpla ocho años, y un tercero por imprevistos y urgencias que será de cuatro días retribuidos al año.
La última norma aprobada sobre esta materia es la Ley de Protección a las Familias Numerosas de 2003. El nuevo marco supondrá cambios importantes, aunque no tantos como se esperaba. El borrador inicial contemplaba un permiso por cuidado retribuido de hasta siete o nueve días (si suponía un desplazamiento a otra comunidad autónoma) y han quedado en cinco. Unidas Podemos también ha renunciado a ampliar hasta seis meses los permisos de maternidad y paternidad.
En la escuela
Aunque no ha provocado tantas tensiones entre los socios de gobierno como la Ley Trans o la del 'solo sí es sí', la formación morada ha reprochado en ocasiones a los socialistas la situación de «bloqueo» de la norma, cuya tramitación se ha retrasado, y el intento de «rebajar» su alcance.
El estudio de la diversidad familiar debe incluirse en materiales educativos y actividades complementarias. Los padres no podrán negarse a que sus hijos reciban esta formación, ya que se prohíbe de forma expresa el pin parental. Según la memoria económica, el impacto de la ley asciende a 628 millones de euros anuales. Además de la familia biparental, ya sea matrimonio o pareja de hecho –cuyos derechos de equiparan y disfrutarán de 15 días de permiso cuando se constituyan– el anteproyecto describe otros modelos de convivencia.
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Con mayores necesidades
Un amplio paraguas que no gusta a las familias numerosas
Uno de los cambios fundamentales es que la ley acaba con la categoría de familias numerosas tal como la conocíamos. Pasa a formar parte de un grupo más amplio, el de los hogares «con mayores necesidades de apoyo a la crianza», donde también se incluyen las monoparentales con dos hijos. Se calcula que a las 750.000 familias numerosas que hay en España se sumarán otras 300.000.
Asimismo, se pretende ofrecer el mismo amparo a otras familias con dos hijos en situaciones desfavorables. Por ejemplo, cuando la cabeza de familia sea una mujer víctima de violencia machista y cuando uno de los progenitores esté en tratamiento hospitalario durante un año o haya ingresado en prisión. Ese mayor nivel de protección se traducirá en ayudas económicas, derechos de preferencia para conseguir becas y en el acceso a viviendas protegidas, bonificaciones en el transporte y en las entradas a los museos o un bono social para pagar la luz.
La Federación de Familias Numerosas ya ha expresado su desacuerdo con la desaparición de esta histórica categoría, que se ha regulado de distintas formas de 1941. En su opinión, el cambio responde a «cuestiones ideológicas» y el apoyo a las familias monoparentales se puede canalizar de otra manera. Incluso ha iniciado una recogida de firmas para impedir que este modelo sea «borrado» de la ley, al menos como epígrafe.
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Monoparentales o monomarentales
Piden más protección para hogares con un solo hijo
Cuando hay una única persona al frente de la familia –madres solas con hijos en más de un 80% de los casos– la ley garantiza «que sus integrantes no queden en situación de desventaja». Contempla un título acreditativo de validez estatal y una «acción protectora específica». Sin embargo, esto no es suficiente para la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) y la Asociación Madres Solteras por Elección (MSPE). Recuerdan que el 70% de los hogares monoparentales solo tiene un hijo y piden que se les incluya en su totalidad dentro del apartado de familias con mayores necesidades de apoyo. En caso contrario, creen que pueden quedar «desprotegidas».
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Vulnerabilidad y dependencia
Protección ante desahucios y pobreza energética
Las familias en situación de vulnerabilidad con menores a su cargo dispondrán de una «protección especial». La ley detalla que «se promoverá su derecho a la vivienda y se tomarán medidas en el ámbito educativo, como facilitar la elección del centro que haga posible la conciliación». También recoge exenciones y bonificaciones de las tasas o precios públicos y medidas de protección especial frente a los desahucios y la pobreza energética. A las personas con discapacidad o dependencia se les garantiza «igualdad de trato y de oportunidades».
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Colectivos LGTBI
Medidas para prevenir la discriminación
En los núcleos familiares en los que al menos una persona pertenezca a alguno de los colectivos LGTBI (personas lesbianas, gais, trans, bisexuales, intersexuales o pertenecientes a otras minorías sexuales o de género) o cuando la pareja esté formada por dos personas «del mismo sexo o género», el texto legal resalta la necesidad de adoptar medidas de «prevención de discriminación» y contempla el derecho a solicitar prestaciones sociales para facilitar la conciliación y corresponsabilidad.
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Múltiple, reconstituida
Cuando los hijos no llegan de uno en uno
Otro apartado específico reconoce la diversidad de los modelos de convivencia que se generan con el paso del tiempo y las decisiones vitales. Cuando los dos miembros de la pareja aportan hijos de uniones anteriores, se forma una familia reconstituida. También se prevé «un nuevo marco de reconocimiento y protección» para aquellas «en las que se producen nacimientos, adopciones o acogimientos múltiples». Las familias de acogida contarán siempre con «asesoramiento y atención».
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Inmigrante, intercultural...
Reagrupación familiar de niños y adolescentes
Las políticas migratorias «deben tener en cuenta los lazos familiares» de las personas migrantes para permitirles elegir si mantienen la relación transnacional o apuestan por la reagrupación familiar, «especialmente en el caso de niños y adolescentes separados de sus respectivas familias». La ley contempla también otros perfiles como las familias interculturales, cuyos miembros proceden de entornos culturales o étnicos diferentes, y describe situaciones de ida y vuelta. Los emigrantes retornados contarán con un «apoyo activo» que se traducirá en medidas de integración social, laboral, económica y educativa.
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Residentes en el medio rural
Incentivos y servicios sin brecha de género
La Administración deberá tomar medidas para garantizar a las familias residentes en el medio rural el acceso a los recursos y servicios que necesiten, sobre todo en el ámbito educativo. Se apoyará el asentamiento de población en estas zonas con incentivos fiscales y otras medidas. Las políticas en el medio rural tendrán especial sensibilidad con la perspectiva de género, debido al alto porcentaje de mujeres que realizan labores de cuidados y participan en la gestión de explotaciones agrarias familiares.
«Se hace visible una realidad plural y compleja»
«Hace ya décadas que la definición social y sociológica de familia es diversa, plural y compleja», afirma María Silvestre, catedrática de Sociología en la Universidad de Deusto. Le parece bien que la ley «lo haga visible» y «seamos capaces de darle un nombre» a la realidad con la que convivimos. Es el primer paso «para entender mejor sus necesidades y poder darles una respuesta adecuada».
A partir de ahí queda mucho por hacer y pone como ejemplo el reto demográfico. La baja natalidad «no responde únicamente a la precariedad del empleo y la dificultad de acceder a una vivienda», sostiene. «Tiene mucho que ver con cambios de valores y de prioridades, con el rol de las mujeres en nuestra sociedad y con el hecho de la que la conciliación siga siendo femenina». Por ello requiere «políticas más integrales y que vayan a la raíz del problema».
Los nuevos permisos y la extensión de la renta de crianza por hijos menores de tres años son medidas «interesantes» que tendrán un efecto limitado «si no van acompañadas de otro tipo de propuestas más estructurales». Para combatir la baja natalidad, «los permisos remunerados e iguales para mujeres y hombres son una buena opción. También la gratuidad de la educación de 0 a 3 años con carácter universal, que todavía no se plantea».
Cree que la categoría de familias con mayores necesidades de apoyo responde a una demanda que los hogares monoparentales, «la mayoría encabezados por una mujer», reiteran desde hace años: «la toma de conciencia de que la crianza no es igual con un progenitor que con dos».Pese al «esfuerzo· por atenderlas, considera que «no incluir la expresión familia numerosa» como una categoría en sí misma «puede despistar o invisibilizar una realidad concreta».
Javier Elzo, catedrático emérito de Deusto que ha realizado numerosos estudios en torno a la familia, es crítico con una ley que considera «muy ideologizada». En su opinión, «las familias monoparentales o monomarentales, un término que yo ya utilizaba hace años y entonces no se aceptaba, son más vulnerables y necesitan ayuda, pero la solución no es ponerlas al mismo nivel que las numerosas».
Cree también que, pese a su voluntad de hacer una clasificación exhaustiva, el texto «se olvida de,los abuelos, que tienen un papel muy importante. En este planteamiento no existe la familia de tres generaciones» ni su aportación a un tema que él ha estudiado en profundidad: la «transmisión de valores en el hogar» en lugar de delegar esta función en la escuela.
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