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Un reportaje del New York Times citando cifras del ministerio de Interior asegura que desde que entró en funcionamiento VioGén, el sistema digital español contra ... la violencia machista, 247 mujeres han sido asesinadas después de ser evaluadas por el algoritmo. Y precisa que en 99 de esos feminicidios, 55 habían recibido la calificación de riesgo no apreciado o bajo. El periódico estadounidense destaca que aunque otros países como Reino Unido, Alemania o Estados Unidos han utilizado instrumentos similares, ninguno lo ha hecho a la escala de España, donde únicamente no está en funcionamiento en Euskadi –aquí funciona el sistema EBA (Etxekoen eta Emakumeen Babesa)– y Cataluña. Los agentes pueden aceptar o aumentar las calificaciones, pero en el 95% de los casos aceptan el resultado.
Viogén fue activado en 2007. Se trata de una herramienta informática similar al que utilizan las compañías de seguros y bancos para predecir incendios de viviendas o fluctuaciones monetarias. En este caso, cruzando diversos datos estadísticos con las respuestas ofrecidas por víctimas de violencia de género a preguntas del tipo ¿la víctima presenta algún tipo de adicción o conductas de abuso de tóxicos (alcohol, drogas y tóxicos)? o ¿en los últimos seis meses se registra un aumento en la escalada de las agresiones o las amenazas?, el algoritmo ofrece una puntuación sobre el riesgo que corren las mujeres que han sufrido algún tipo de agresión por parte de sus parejas. Puede ser no apreciado, bajo, medio, alto y extremo.
El pasado 2 de julio, después de que tres mujeres hubieran sido asesinadas por sus exparejas en 24 horas, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, insistió que «el Sistema VioGén es un modelo único en el mundo de protección integral a las víctimas de la violencia estructural contra las mujeres». Una de las víctimas había sido calificada de bajo riesgo.
El reportaje menciona varios casos más. Uno es el de Lobna Hemid. Nacida en una zona rural de Marruecos, se casó cuando tenía 17 años con Bouthaer el Banaisati, un hombre 10 años mayor. Ambos se trasladaron a España para que él pudiera trabajar de forma más estable. El 11 de enero de 2022, la agredió con los fragmentos de una zapatera que había destrozado. Sus cuatro hijos, de entre 6 y 12 años, estaban en la casa, ubicada a las afueras de Madrid. Hemid contó a la Policía que sufría agresiones desde hace 14 años. También la insultaba. «Hija de puta», «mierda» y «asquerosa», le espetaba. Tras responder a 35 preguntas, VioGén determinó que el riesgo era «bajo». Hemid volvió a su domicilio sin protección policial. El Banaisati hizo lo propio tras pasar la noche en comisaría. Siete semanas después la apuñaló hasta la muerte antes de suicidarse. Tenía 32 años.
Otro es el de Stefany González Escarraman. En 2016 acudió a la Policía después de haber sido golpeada por su marido en un pueblo cerca de Sevilla. Este le llegó a lanzar una cuchara que acabaría golpeando a su hijo, de solo tres años. Tras un interrogatorio de cinco horas, el algoritmo no percibió riesgo alguno de que la situación volviera a repetirse. Al día siguiente, Stefany acudió a la Justicia en busca de una orden de alejamiento. La juez, siguiendo la valoración de Viogén, no se lo concedió. Un mes después fue asesinada con varias puñaladas en el corazón.
En la actualidad, destaca el rotativo, el algoritmo tiene registrados 92.000 casos de violencia de género. El 83% de ellos han sido calificados de poco riesgo, pero según los datos del ministerio, el 8% de estas víctimas sin riesgo aparente y el 14% de bajo riesgo han denunciado haber sufrido maltrato de nuevo. 26 mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas en lo que va de año.
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