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Más de un millar de docentes, tanto de la red pública como de la concertada, están matriculados en alguno de los cursos que oferta el Departamento de Educación a través del programa Irale para mejorar su nivel de euskera. Se trata de una serie de ... formaciones cuyo objetivo es «euskaldunizar, alfabetizar y reforzar el nivel de euskera de los profesores no universitarios y de Educación Especial». La oferta es muy amplia. Hay cursos orientados, por ejemplo, a mejorar la competencia oral o escrita, amoldar la lengua vasca al entorno educativo o a los contenidos científico-matemáticos, elaborar cuentos, cánticos o juegos, diseñar nuevos materiales educativos, trabajar el idioma para adaptarla al alumnado inmigrante...
El modelo D, íntegro en euskera, está en auge y acoge ya a más del 70% del alumnado (en Infantil supera el 90%). Pero, al mismo tiempo, el nivel de la lengua vasca de los estudiantes es cada vez más bajo y más de la mitad se sitúan en un nivel «inicial» en 2º de ESO (13 y 14 años). En ese contexto, la capacitación lingüística del profesorado se antoja fundamental. Y es ahí donde entran en juego estos cursos.
En su origen, hace 40 años, Irale estaba concebido para que los profesores obtuviesen el C1 de euskera, un nivel avanzado. No obstante, en la actualidad, la inmensa mayoría ya han acreditado ese grado de dominio del euskera, por lo que el programa ha mutado y ahora está enfocado a reforzar el nivel lingüístico para dar bien las clases en euskera. Es más, de los 1.111 docentes apuntados a Irale este curso, 910 ya tienen el C1. El resto estudian para ello y sólo 57 tienen un nivel inferior al B2.
Esos más de mil docentes apuntados a Irale suponen una cifra bastante inferior a la de otros años, según la documentación remitida por la consejería que lidera Begoña Pedrosa al parlamentario de EH Bildu Ikoitz Arrese. El curso pasado, por ejemplo, participaron 1.742. Y en anteriores ediciones, en torno a 2.400.
Según fuentes de Educación, esto se debe a «cuestiones de organización» relacionados con los cursos que se imparten en su mayoría fuera del horario lectivo. Se han detectado «dificultades» en la composición de los grupos y con los intermediarios en la oferta de los cursos (empresas, consultorías, asociaciones...).
Mientras descienden notablemente estas matrículas, han aumentado las de los cursos denominados R, que pasan de las 568 del año pasado a 592. Los participantes están liberados de carga docente durante el curso, que tiene una duración de 365 horas en turnos de cinco horas diarias en horario de mañana. Se imparten en los centros de Irale ubicados en Bilbao, Vitoria, San Sebastián y Eibar.
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