El marqués Rafa Nadal y la marquesa Luz Casal: qué implica hoy este título nobiliario
El Rey ha distinguido a seis personalidades de diferentes ámbitos con este cargo hereditario
El Rey distinguió ayer a seis personalidades con nuevos marquesados como colofón a los actos de celebración de los diez años de su reinado. Felipe ... VI ha decidido conceder sus primeros títulos nobiliarios al anterior jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín (Marqués de Alfonsín, con Grandeza de España, título que heredará su hija mayor); al tenista Rafa Nadal (ahora Marqués de Llevant de Mallorca. El título lo heredará su hijo); a la nadadora Teresa Perales (Marquesa de Perales, que también es hereditario); a la cantante Luz Casal (marquesa de Luz y Paz, de carácter hereditario); el bioquímico Carlos López Otín (marqués de Castillo de Lerés. Una distinción de carácter vitalicio, que regresará a la Corona una vez falte); y la fotógrafa Cristina García Rodero (marquesado del Valle de Alcudia, hereditario).
Pero, ¿qué significa ser marqués en 2025? ¿Recibirán algún tipo de privilegio? ¿Este título es más que duque? ¿Y que un conde? ¿Tienen que pagar algún tipo de tributo? «Hoy en día, los títulos nobiliarios en España tienen un carácter principalmente honorífico y simbólico, más que implicaciones legales, políticas o económicas como sucedía en siglos pasados», explican expertos en protocolo. Vamos por partes.
¿Quién puede conceder un título?
La Monarquía tiene la capacidad exclusiva de conceder títulos nobiliarios, aunque el procedimiento formal depende del Consejo de la Grandeza de España y de la Casa Real. En cualquier caso es el rey Felipe VI, en su función como jefe del Estado, quien puede otorgar títulos de nobleza, aunque también puede hacerse a propuesta del Gobierno. El Ejecutivo central puede plantear al Rey la concesión de títulos nobiliarios a individuos que han realizado servicios excepcionales o que se consideran merecedores de una distinción honorífica.
Marqués, duque... ¿Cuál es el rango de los títulos nobiliarios?
Actualmente, los títulos nobiliarios en España no conllevan ningún tipo de privilegio legal, ni otorgan renta, tierras, ni tampoco poder político. Son una distinción honorífica otorgada por el Rey a personas que han prestado servicios destacados a España en ámbitos como la cultura, el deporte, la ciencia o la política, como ha ocurrido con las seis personalidades que acaban de ser distinguidas con el título de marqués o marquesa por parte de Felipe VI. Eso sí, los títulos son hereditarios, aunque el proceso de sucesión debe pasar por aprobación oficial y cumplir ciertos requisitos administrativos.
Aunque la jerarquía existe, hoy en día no implica diferencias prácticas. Por ejemplo, un marqués no tiene más poder o beneficios que un conde, aunque el título pueda considerarse de mayor rango simbólicamente. Estas son las diferentes categorías de mayor a menor:
Duque/duquesa: Este es uno de los títulos de mayor rango en la nobleza española, superior al marqués y por debajo de la grandeza. Hay diferentes tipos de duques, dependiendo de la antigüedad y el prestigio de la familia. Está reservado a menudo para figuras con vínculos más cercanos a la Casa Real o con logros extraordinarios.
Marqués/marquesa: Es un título nobiliario de rango superior al conde, pero inferior al duque. Se trata de un título alto, generalmente asociado a personas de gran relevancia pública.
Conde/condesa: Está por debajo del marqués y por encima del vizconde. Es uno de los títulos más antiguos en la nobleza española.
Vizconde/vizcondesa: Este título está por debajo del conde.
Barón/baronesa: Es el título más bajo de la nobleza, y a menudo se otorga a aquellos que no tienen una posición de relevancia territorial, pero sí una cierta importancia social o económica.
Caballero:Aunque no siempre se considera parte de la nobleza tradicional, el título de caballero tiene un carácter honorífico y muchas veces se otorga por méritos militares o servicios a la Corona.
¿Se tributa por ostentar un título nobiliario?
«Los títulos nobiliarios no eximen de tributar y no están directamente relacionados con la tributación. Sin embargo, las personas con títulos nobiliarios pueden ser dueños de propiedades, tierras y otros bienes que sí están sujetos a impuestos. Es decir, no se tributa específicamente por el título como tal, sino por los bienes o ingresos asociados con la posición nobiliaria, tales como las tierras, fincas o patrimonio heredado que pueda estar vinculado a dicho título. Tampoco existen exenciones fiscales por el simple hecho de ostentar un título, pero sí puede haber beneficios indirectos si el título viene acompañado de propiedades o bienes heredados», precisan los expertos.
¿Qué implica ser marqués?
Los nuevos títulos nobiliarios otorgados por el rey Felipe VI van acompañados de una serie de beneficios, aunque principalmente son honoríficos:
Reconocimiento social: Los nuevos títulos, al igual que los antiguos, confieren una distinción pública y social. Aunque los títulos no otorgan poder político o legal directo, sí representan un alto reconocimiento en la sociedad española.
Acceso a la nobleza: Quienes reciben un título, especialmente los más prestigiosos como el de duque o marqués, son reconocidos como parte de la alta nobleza española. Este estatus puede abrir puertas en ciertos círculos sociales y económicos.
Prestigio histórico: Los títulos son también una forma de preservar la historia y el legado familiar. Muchas familias que obtienen estos títulos buscan fortalecer su posición histórica o dar continuidad a la relevancia de su linaje.
Acceso a la corte y al protocolo oficial: Los nuevos nobles, especialmente si reciben grandes títulos, pueden tener acceso a eventos o reuniones de la realeza y la alta política, además de participar en la corte en ciertos actos oficiales.
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